In LSD Veritas -

Benvinguts al meu racó.


Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.

sábado, 14 de noviembre de 2015

La sociedad necesita ser engañada.



La sociedad necesita ser engañada por la élite de poder que la gobierna para de este modo también sentirse segura de si misma, la manipulación psicológica  se efectúa ya a temprana edad en la escuela, no hay que olvidar que la familia influye también en esta operación al haber formado parte por ejemplo, la madre y el padre en el aparato adoctrinador del Estado, vemos que el consentimiento se produce a través del auto-engaño en el que han caído los padres al recibir la educación también en la escuela y consolidarlo después aceptando las reglas de juego que el sistema capitalista les ofrece como modo de subsistencia.

Para reafirmar y justificar el auto-engaño de la sociedad, el poder debe de facilitar a través de la propaganda en forma de cultura y de los medios de comunicación los engaños suficientes para legitimar así el auto-engaño del hombre medio o individuo masa, de esta forma se reproduce constantemente el sistema capitalista en el que interactúa, podemos decir entonces que la base del sistema capitalista es el engaño, la verdad queda oculta por la facilidad en que el engaño es asimilado como tal por el individuo-masa.

Ni que decir tiene que los técnicas de manipulación que el poder utiliza no podrían ser efectivas sin que antes la predisposición y el auto-engaño en mayor o menor medida en el que vive el hombre medio sean la base y la forma de concebir la vida. La vida se transforma en una constante mentira.

La utilidad que en alguna ocasión pudiera tener alguna verdad que otra es también enmascarada por las múltiples mentiras en las que convive el individuo-masa, la justificación del engaño se hace más aceptable de este modo y se perpetúan las relaciones sociales que utilizan la mentira como base convivencial.

Si nos detenemos a reflexionar observaremos que la posibilidad para que la sociedad no se auto-engañe y sea engañada a la vez, la verdad tiene que ser el motor principal para la vida del individuo, y de este modo establecer relaciones con nuestros semejantes basadas en la verdad y el orden como norma fundamental de convivencia.

11 comentarios:

Piedra dijo...

Si, mientras no aceptemos la verdad como norma en nuestra vida, ni siquiera podremos, ni querremos, exigirla a nuestros dominadores.

Salud!

Albert dijo...

La única manera de aceptar este sistema tan perverso en el que vivimos es el auto-engaño.

Albert dijo...

Por cierto, la frase de Demóstenes no da una de las claves de por qué el hombre se auto-engaña con tanta facilidad, si percibimos que los deseos en la gran mayoría provienen del exterior, es decir, de la propaganda y la publicidad en general y no del interior del ser humano constataremos que la manipulación psicológica es un hecho que no admite refutación alguna.


Salut!

Pablo Heraklio dijo...

Nos aferramos al presente pensando, esperando habernos equivocado con las previsiones. Solo hacemos las cosas cuando no queda otro remedio, es la condición humana. Entre medias nos decimos que erramos en nuestras percepciones aun sabiendo que no, ese es el auto engaño.
Después tenemos los que nos aseguran que nuestro autoengaño es cierto. Ese es el engaño.

Por ejemplo:
Sabemos que hay una crisis global y que solo puede ir a peor. Hemos identificado el origen del problema, el Sistema, por lo que sabemos que hay que cambiarlo.
Pero sabemos que el sistema se autoperpetua, reprime y no quiere cambiar nada.
Podemos es un partido político parte del sistema estatista e inmovilista.
Nos autoengañamos pensando que ellos van a cambiar cosas. Autoaplazamos la resolución del problema el cambio de sistema.
Ellos nos engañan diciéndonos que son distintos.
Ahí tenemos lo que va a pasar: las cosas van a cambiar inextremis, cuando no quede otro remedio y de golpe. Dependerá de la habilidad de los políticos alargar la agonía, contenerla un tiempo, pero en cuanto lleguen los momentos de necesidades... bye bye!
Salud!

Anónimo dijo...

Tal vez la actual, consecuencia de unos medios de comunicación omnipresentes, sea la mayor que se ha conocido. De hecho, hoy la alienación tiene lugar, más que desde el Estado, desde fuera de él. Hoy es un factor decisivo lo que Gramsci llamaba "superestructura". Lo que solemos llamar "cultura oficial" (el resultado de la presión mediática, los valores promocionados, las influencias comerciales, las directrices políticas según intereses creados, las producciones cinematográficas...) condiciona a la opinión pública mucho más que la instrucción recibida del Estado (colegios, institutos, fundaciones...) Es decir, que la resistencia es mucho más difícil, porque es mucho más difícil desmontar todo un aparato propagandístico difuso, no localizado, que el del Estado.

Un saludo, Albert.

El lobo estepario

Albert dijo...

Así es, los medios de comunicación en su mayoría pertenecen al capital privado, ahora bien, entramos en el debate de siempre, si el Capitalismo como sistema se ha consolidado es porque al Estado le ha interesado, Él es el precursor del Capitalismo.

La pregunta sería entonces: ¿ha existido algún Estado socialista?, creo que no, porque el Estado implica una forma de dictadura, el socialismo se opone al Estado y el capitalismo se identifica con Él.

Anónimo dijo...

Es que el socialismo tenía la ambición de acabar con el Estado, porque el Estado moderno era el Estado capitalista. Al optar por la supuesta transición de la dictadura de Partido lo que se hizo fue ensayar otro tipo de capitalismo (capitalismo de Estado, a fin de cuentas similar al del Káiser), y teniendo en cuenta que una vez se consolida un nuevo poder los que se benefician no van a renunciar sus ventajas, se olvidó, se traicionó el ideal revolucionario. Por supuesto que ésa ha sido la razón de la derrota del sueño revolucionario. Y por supuesto que el Estado (aunque un Estado mínimo en lo que se refiere a inversión social) es imprescindible para mantener el actual sistema de poder, que nos expolia para financiar sus acorazados, sus gases lacrimógenos, sus curas y el sueldo de sus diputados y chupópteros de toda laya y condición. Pero volviendo al asunto, actualmente el problema de la alienación es 1) su dimensión, nunca antes conocida y 2) que el alienado se cree libre y culto. Y respecto a esto último, personalmente creo que hoy es más fácil detectar signos de inteligencia, de un pensamiento no contaminado, en un campesino del África negra rural, por ejemplo, que entre la clase media europea, llena de licenciados que se creen que saben porque han digerido las mentiras con que los amamanta (y envenena) el sistema.

El lobo estepario

Albert dijo...

La próxima pregunta sería: ¿es el Estado la sociedad?, yo creo que no, porque puedan haber naciones sin Estado como por ejemplo los Gitanos, una sociedad sin Estado, es decir una sociedad o pueblo no tiene porque implicar un Estado.

El Estado nación moderno y sus Constituciones fue una creación de los cuatro listillos de turno: posiblemente, aristocracia, nobleza (viejo capitalismo) más la nueva burguesía (nuevo capitalismo) surgida de la revolución industrial para gobernar a la inmensa mayoría de la sociedad perfeccionado por los medios de comunicación.

Mi teoría es que en el fondo el Capitalismo bajo otras formas como sistema de dominación ha existido en mayor o menor grado sobretodo durante la historia moderna, con excepción de algunos periodos de la Edad media.

Albert dijo...

Lo decía también porque el Estado que se quiso acercar más al "socialismo" fue en Chile con Allende, pero mira como acabó.

Tienes razón, ahora la inmensa mayoría de la sociedad occidental se cree que lo sabe todo, producto del adoctrinamiento y de los mas mierda que los inunda.

Anónimo dijo...

El gran dilema de la izquierda (real) ha sido superar el sistema o integrarse. Cuando habiéndose integrado se mantuvo fiel a su ideario (Allende), las fuerzas del capitalismo movieron a sus peones, a los que siempre han movilizado aunque percibieran apenas una amenaza (el propio Hitler fue apoyado por el sistema para impedir la revolución social en Alemania). Cuando no se mantuvo fiel, se fue desangrando sola poco a poco (socialdemocracia). La única forma de superar el capitalismo pasaría por proponer una nueva alternativa (una vez fracasado el llamado comunismo) y, una vez conseguido un considerable apoyo social, aspirar a destruirlo. Pero podemos esperar sentados. Hay millones de borregos que aplauden a sus trasquiladores, víctimas que defienden a sus verdugos. Supongo que triunfará antes algún tipo de neofascismo que un movimiento social, cultural y político libertario. Sólo que, y éste era el tema de tu entrada, hoy se deberá más a la labor de envenenamiento masivo de esos mass-mierda que a la del propio Estado, que en ese sentido es un edificio ruinoso.

El lobo estepario

Anónimo dijo...

El hombre moderno desayuna noticias, come noticias y cena noticias. En la propia internet ingiere una noticia tras otra. Y la pregunta es: ¿quién escribe y comercializa esas noticias? Porque hoy el poder mediático está más concentrado que nunca, los grandes emporios controlan la oferta de la información a casi todos los niveles... Y como el capital (es decir, la élite que dispone de él) controla el poder político (la oligarquía), desde el Estado se conceden o niegan las licencias que permiten vender noticias y se legisla en favor de aquéllos que aspiran a absorber los pocos medios libres que quedan. Esto es obvio, pero sorprendentemente la mayoría no parece verlo o entenderlo. De modo que sigue absorta en la ilusión de "elegir" lo que más le interese de una supuesta diversa oferta mediática. Por eso dije que un analfabeto del África negra rural es potencialmente más sensato que un licenciado europeo. Al menos sabe quién es su enemigo, aunque no pueda librarse de él.

Bueno, un saludo, Albert.

El lobo estepario