Entrevista realizada en 1980 por Stanley Monteith de Radio Liberty al profesor Antony C. Sutton.
El Dr. Sutton venía investigando sobre hechos muy llamativos: Wall Street había financiado en su momento la caída del zarismo y la ascensión de Hitler al poder y no se explicaba que relación podría haber que hiciera que Wall Street no solo financiase extremos tan opuestos como Lenin y Hitler; sino que además les vendiese aquello que necesitaban para desarrollarse y convertirse en enemigos mortales. No encontraba en suma la causa por la que Wall Street había financiado a ambos bandos colaborando en generar así la Segunda Guerra Mundial.
6 comentarios:
Un testimonio interesante del funcionamiento del capitalismo. Pero no existe contradicción donde el entrevistado, en plan patriota, la señala. El capitalismo es intrínsecamente apátrida. A las élites que gobiernan el mundo les traen sin cuidado las naciones, siempre y cuando se avengan obedientes a las normas impuestas por dichas élites. Como la City londinense, Wall Strett no tiene más ideología que la del beneficio económico. Es una máquina ciega a todo cuanto no sea multiplicar sus ganancias y, si ello fuese necesario, sacrificaría a los mismísimos USA en aras de su propio poder.
En 39:55 dice el entrevistado:
"Y, por supuesto, el socialismo es un mercado cautivo porque [...] el sistema socialista no puede innovar, debe importar innovación y tecnología de Occidente".
Discrepo de tal afirmación, por razones tan obvias que ni siquiera merecen ser señaladas. Pero, ciertamente, sin la financiación necesaria para el desarrollo no se puede innovar. Wall Street se consolida y expande como el más poderoso centro de poder capitalista a raíz de la IIGM, y lo hace siguiendo la misma estrategia que en la actualidad: endeudando a su "clientela". ¿Nazis? ¿Sionistas? ¿Comunistas? ¿Socialistas?... Es posible, pero eso es lo de menos. La élite al mando es, sobre todo, una oligarquía organizada en torno a la banca y al poder financiero. El escaso poder que aún poseían los Estados antes de de la IIGM despareció, y hoy los Estados no son más que sucursales de las grandes corporaciones financieras.
Salud!
Lo que dice el hombre este me ha parecido interesante y por eso lo he publicado sobretodo cuando se refiere en general a la Alta Finanza.
Creo que es un tema que tiene que investigarse un poco más para intentar clarificarlo al máximo para su mayor compresión, la cuestión del Estado las Multinacionales y la Banca, cómo funcionan cada una y qué intereses persiguen en cada momento parece quedar bastante claro si nos ceñimos sobretodo a Occidente hasta hace poco tiempo.
Si la gestión de la economía en general a nivel de producción está en manos privadas - que de alguna forma en mayor o medida siempre ha sido así- se la debemos al consentimiento del Estado, pero la confusión viene dada cuando se confunde el Estado con lo público, es decir, con lo de todos, el Estado en este caso no es público, es privado, lo gestionan unas élites burocráticas que están al servicio del Gran Capital, de esta forma la diferencia que hay entre el Estado y la Alta Finanza sólo está en las formas ya que en el fondo son una misma entidad, y persiguen un mismo fin, la ganancia de Capital.
Cuando estamos hablando de Estados no podemos separarlo de las Gran Banca y la Multinacional, al estar íntimamente ligados.
Esto no quiere decir que los Estados hayan perdido poder , sirven a los intereses de la oligarquía financiera para poder después gestionar los recursos sociales en la medida que más les convenga a una élite de poder.
En este punto intervienen muchos factores, que dependerá del tipo de sociedad que haya que gobernar y del contexto y situación en que se halle la misma en cada momento.
Un ejemplo claro, lo tenemos aquí en el Estado español cuando los bancos sólo hacían que dar créditos a diestro y siniestro, hasta que decidieron "cortar el grifo" con las subsiguientes consecuencias.
El Estado (élite burocrática) gestiona los recursos públicos del colectivo social y la Banca (eĺite financiera) los recursos privados del individuo, pero Banca y Estado persiguen un mismo fin, el beneficio de Capital a costa de la sociedad-individuo con el consiguiente incremento de poder sobre el hombre.
La multinacional gestiona la producción de mercancías que compra el individuo para que el dinero circule por el sistema con la mayor fluidez posible y de este modo los beneficios que genera el Capital en general puedan ser los máximos para las tres partes implicadas en el proceso de elaboración de mercancías y Capital.
Sin duda, es interesante lo que este hombre denuncia, pero lamentablemente no tendrá más consecuencia que la de abundar en lo para muchos es obvio, la mayoría sigue percibiendo la realidad social y política con mirada arcaica. Lo terrible de todo esto es que, en definitiva, la humanidad está sometida, en diversos pero reales niveles de esclavitud, a la voluntad del capital. Eso, en consecuencia, significa que el fin último del régimen global que padecemos no es el de favorecer las condiciones de vida de la humanidad, sino servirse de ella para alcanzar sus objetivos. No existe ni ha existido religión que halla llegado tan lejos en la imposición global de su doctrina. Prueba evidente de ello son las propias huelgas, que en la actualidad y en su mayoría están destinadas meramente a reclamar aumentos salariales.
Bienvenidos sean todos los testimonios, la información y las denuncias que propicien una visión más acertada y completa de realidad, pues sólo así podremos hacerle frente. El problema es que no existe, hoy por hoy, oposición capaz de hacer frente de manera efectiva al totalitarismo capitalista.
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