"Cada victoria sobre la Naturaleza fortalece indiscutiblemente la posición de la minoría gobernante. Las oligarquías modernas están incomparablemente mejor equipadas que sus predecesoras. Gracias a las impresiones digitales, fichas perforadoras y máquinas de identificación lo saben prácticamente todo acerca de prácticamente todos. Gracias a las radios, aviones, automóviles y toda la enorme provisión de armas modernas, pueden aplicar la fuerza donde sea preciso casi instantáneamente. Gracias a los medios de comunicación de masas pueden amenazar, persuadir, hipnotizar, mentir y ocultar la verdad con alcance nacional y aún mundial. Gracias a micrófonos ocultos y el lindo arte de la intervención telefónica, sus espías están en todas partes. Gracias a su dominio de la producción y distribución pueden recompensar a los fieles con empleo y sustento, castigar a los descontentos con el desempleo y el hambre. Leyendo, por ejemplo, la historia de la Revolución Francesa y la dictadura de Napoleón, uno se queda atónito constantemente ante la descuidada ineptitud de anteriores procedimientos gubernativos. Hasta tiempos muy recientes, las libertades existentes se hallaban aseguradas, no por garantías constitucionales, sino por el retraso de la tecnología y la bendita ineficiencia de la minoría gobernante. En Occidente, nuestras garantáis, con tanto esfuerzo obtenidas, de libertad personal no han sido, hasta ahora, anuladas por las consecuencias políticas de la tecnología adelantada. La ciencia aplicada ha puesto más poder en manos de la minoría dominante; pero los muchos han sido protegidos por la ley y, para reforzar su seguridad, han creado (en la forma de sindicatos obreros, cooperativas, organizaciones políticas y camarillas de cabilderos) grandes sistemas de poder para contrarrestar los sistemas de poder de los industriales, funcionarios del Gobierno y militares que poseen o pueden utilizar los recursos de la tecnología moderna. Allí donde, como en Rusia y la Alemania nazi, las masas no se han visto protegidas por la ley ni han podido crear ni mantener sus propios sistemas defensivos de poder, las predicciones de Tolstoi se han cumplido al pie de la letra. Cada victoria sobre la Naturaleza ha sido al mismo tiempo una victoria de los pocos sobre los muchos. Y entretanto la maquinaria de producción en masa va creciendo, complicándose, encareciéndose, En consecuencia, su posesión va quedando confinada cada vez más exclusivamente a los que manejan el poder financiero y el poder político; a las grandes empresas y al supremo gobierno. Nunca hubo más necesidad que ahora de ejercer aquella Eterna Vigilancia"
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