La conciencia de la persona humana, es la que facilitada por el pensamiento nos otorga una interpretación de los hechos, que como tal condiciona nuestra concepción del mundo, el mundo observable es la consecuencia de la proyección de nuestros sentidos, los sentidos interfieren también en el pensamiento, que está relacionada con la conciencia, el caos que se origina en el pensamiento es el origen de una conciencia desordena y confusa que limita nuestra comportamiento y lo lleva a la duda, tenemos al parecer una conclusión que origina el pensamiento, y esta es la duda en las interpretaciones de los hechos, esto no quiere decir que la duda derive en confusión y caos, pero no se puede omitir que pueda ser el camino al caos de la conciencia.
Por un lado estamos bajo el conflicto de una conciencia en constante caos, que es lo que nos lleva a diversos estados neuróticos en mayor o menor medida, pero no deja de ser un hecho observable y medible, por lo tanto, la pregunta a todo este planteamiento es la de si, ¿puede surgir el orden, en el caos de nuestra conciencia?, y como tal, el caos implicará un orden dentro de ese mismo caos, es decir, que el posible origen estará implícito en el caos de nuestra conciencia, podríamos poner como ejemplo, un puzzle en desorden que conformaría una serie de imágenes incompletas que generan confusión constante.
¿Es posible ver todo el entramado de imágenes, y poder ver lo que sería todo el puzzle ordenado y completo?.....(el puzzle es la conciencia)
*El origen del pensamiento viene dado por una imagen, y como tal está imagen tiene que ser la fuente y la creación del pensamiento y no a la inversa,. (El hombre imita a la naturaleza)
Esto implica que nosotros hacemos de la imagen, una serie de pensamientos moldeables por las circunstancias en las que nos encontramos en cada momento de nuestras vidas, esto es el ego o el caos. Tendremos por lo visto una conclusión que el ego, es el origen del caos.
El orden vendría dado por una visión de todo el conjunto de imágenes, y éste orden implica en consecuencia la percepción de todo el caos, que es en suma el ego, o lo que somos nosotros, una conciencia individual que forma parte de la conciencia universal, o un pequeño fragmento de esta conciencia universal.
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