GULA
La búsqueda de la felicidad en el hombre se presenta bajo la premisa de satisfacer sus necesidades básicas primarias y deseos que le den un sentido propio a su existencia...
Podemos observar mayoritariamente en los países capitalistas que la propaganda ejerce una fuerte influencia en el pensamiento y conducta de las personas. El trabajo en las sociedades industrializadas capitalistas en su forma más elemental se convierte en repetitivo y obsesivo y sin demasiado sentido para los hombres. Los trabajadores en la gran mayoría de los casos no obtienen la felicidad necesaria en su ocupación y se resignan a aceptar su destino. En este punto la propaganda toma la mayor relevancia y pasa a un primer plano en la vida de las personas, los publicistas por ejemplo trabajan en la creación de deseos para influir en las emociones, opiniones y acciones y contribuir en el consumo masivo de todo tipo de artículos. El consumismo obsesivo es el gran motor de los gobiernos y países capitalistas que sirve de instrumento para controlar a las sociedades que están bajo su control y dominio, por otra parte también adopta diversas formas en las cuales se presenta como un válvula de escape para los hombres que sintiéndose insatisfechos recurren a él sin poder evitarlo, ya que también forman parte de un sistema que los empuja hacia una vida sin lógica aparente.
La compulsión hace de nosotros, personas con ideas fijas -constantes- sin sentido y quedamos atrapados en una espiral de vorágine imbuidos por sensaciones constantes de placer y sufrimiento que nunca cesan debido a un pensamiento neurótico y equívoco producido por el entorno que habitamos y las circunstancias en las que nos vemos envueltos, sin poder zafarnos de nuestra condición de debilidad ante los sucesos que acontecen en nuestras vidas.