Si algo define el estado actual del hombre moderno (más allá de la confusión y caotización generada por los medios de comunicación de masas y el Estado) es el confinamiento. Resulta interesante observar cómo ha sido el aparato tecnológico impuesto por el Sistema el que encapsulado cada vez más al individuo y a la sociedad en su vida privada.
La "pandemia" ha sido sin duda el resultado de una operación de ingeniería social para mantenernos el máximo de tiempo posible encerrados en nuestras casas de esta forma estudian mejor las conductas individuales para que el Sistema de dominación pueda planificar con antelación los acontecimientos que formarán a la opinión pública y de esta manera dirigir a la sociedad según sus intereses y criterios de gobernanza a corto-medio y largo plazo.
Mediante el control y la vigilancia total el Sistema podrá planificar los acontecimientos que dirijan a la población según los criterios e intereses de la clase gobernante, de manera que toda oposición al totalitarismo impuesto pueda ser canalizado y asimilado sin que las amenazas sean un peligro para su status quo.
La percepción de la dominación que ejerce el Sistema debe ser ambigua, confusa y desordenada para que de esta forma no pueda haber una respuesta clara y concisa ante la represión sistemática que dicho Sistema intenta camuflar con posturas democráticas sobre el conjunto de la sociedad. De este modo la atomización del individuo y la división de la sociedad se consigue fragmentando todo lo posible la realidad a través de los medios de comunicación de masas que actúan como altavoces del Sistema de dominación.