El dios Mammón demanda demasiados sacrificios a la sociedad capitalista, el aumento de la acumulación de riqueza genera cada vez más pobreza y misería. El control de los desposeídos también exige cada vez mayor concentración de Poder en todas las esferas del ser humano mediante la técnica y la tecnología. Las relaciones transformadas en una guerra sistémica y permanente obedecen a una estructura donde la finalidad es la acumulación de dinero y poder a través de la fama y la supervivencia como adaptación al sistema de dominación.
Los avances tecnológicos son un producto de la concentración de Poder y por lo tanto responden a políticas de control y dominación para someter de forma consensuada a la población. De esta manera el aparato tecnológico no se impone a la fuerza sino que se acepta democraticamente por una mayoría.
Segundo fundamento del Capitalismo: se sacraliza el Ego para posteriormente sacralizar los símbolos e identidades nacionales asociadas al Estado.
Tercer fundamento del Capitalismo; sacralizar el Yo para fomentar un sistema altamente competitivo y por lo tanto violento y destructivo.
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