La dependencia del ser-mascota frente al amo se reduce a la mera supervivencia del primero con lo cual no hay en ningún momento enfrentamiento como lo podría haber en un principio con la dialéctica del amo y del esclavo para la posible emancipación del último, los roles quedan definidos de antemano y se produce un reconocimiento total en favor del amo como un ser superior por parte de los seres-mascota debido a la negativa o incapacidad de éstos últimos para poder auto-abastecerse y ser autónomos.
Hay un salto cualitativo en el fenómeno esclavista.
El esclavo de antaño sabía de su condición, hoy en día con los medios de distracción de masas y con la educación el esclavo actual ha perdido su conciencia y ha pasado a ser un simple objeto de la gran maquinaría que lo absorbe y lo utiliza y deshecha según los intereses de la clase dirigente.
Se podría entender también como una metáfora de la granja humana, donde los esclavos son reducidos a animales. La pérdida de la voluntad y de la conciencia de esclavo se sitúa en el plano espiritual para degradarlo a ser inferior cediendo completamente su vida al amo propietario.
También cabe la posibilidad de describirlo como un retrato alegórico que va más allá de la dominación política y económica o religiosa para situarse en el plano entre "iguales" de dominado-dominante.
3 comentarios:
No la conocía. Supongo que hay que verlo en su contexto: la Polonia del 71, un Estado "socialista" donde las libertades se subordinaban a la seguridad en aras de un orden basado en la cobertura de las necesidades/obligaciones básicas (trabajo, vivienda, comida).
Lo curioso es que puede proyectarse perfectamente sobre el "mundo libre" de nuestro querido siglo XXI.
El lobo estepario
Yo lo he situado fuera de la política. pero bien podría ser un reflejo de la sociedad en la que vivió su autor.
O podrían ser también las dos cosas, habría que preguntarle a su autor...
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