Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.
viernes, 24 de diciembre de 2021
Rocky y su cuñado el alterado - Alfredo Díaz
La convivencia se torna complicada cuando hay ciertos acontecimientos que buscan dividir a la familia, "allegados" y amigos. Nada nuevo en la historia de esta asquerosa sociedad donde "siempre" salen ganando "los de siempre".
Si es que los terraplanistas beblejias sois un peligro para la humanidad. Yo ya me he pinchado la quinta, por mi salud y la de todos, pero claro, si los demás no os pinchais no nos sirve de nada. jejejeje ( el pan nuestro de cada dia)
Era una sociedad ya crispada y envilecida (aquí en España lo de Cataluña había marcado ya un punto de inflexión), pero esta historia ha acabado por emputecerla del todo: basta echar un vistazo a las redes para ver cómo los no inoculados nos hemos convertido en el nuevo chivo expiatorio, sirviendo la visibilidad de un "enemigo" fácilmente identificable para canalizar la incertidumbre y la angustia de las masas por un cauce de odio que, en realidad, sigue la misma dinámica del viejo fascismo. Cuesta creerlo pero es así.
3 comentarios:
Si es que los terraplanistas beblejias sois un peligro para la humanidad.
Yo ya me he pinchado la quinta, por mi salud y la de todos, pero claro, si los demás no os pinchais no nos sirve de nada. jejejeje ( el pan nuestro de cada dia)
SALUD!
Alfredo es un genio, tienes razón, los bebelejias somos un peligro para la humanidad. Esto roza lo esperpéntico y absurdo. Ya nada tiene sentido.
Salud!
Era una sociedad ya crispada y envilecida (aquí en España lo de Cataluña había marcado ya un punto de inflexión), pero esta historia ha acabado por emputecerla del todo: basta echar un vistazo a las redes para ver cómo los no inoculados nos hemos convertido en el nuevo chivo expiatorio, sirviendo la visibilidad de un "enemigo" fácilmente identificable para canalizar la incertidumbre y la angustia de las masas por un cauce de odio que, en realidad, sigue la misma dinámica del viejo fascismo. Cuesta creerlo pero es así.
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