El Estado no es la sociedad, sino una
parte ínfima de ella que se erige con el poder para subordinar y
manipular a una gran mayoría mediante el uso de la fuerza
coercitiva, el control del capital financiero y el monopolio de la
propaganda, de esta forma, se aseguran la disminución de la
capacidad de libre albedrío en el hombre y consiguen dirigir su
voluntad hacía los fines establecidos por una élite de poder.
Si el Estado es un concepto político
creado por el hombre en la teoría (lo que sería en la praxis una
élite de poder que controla a una gran mayoría), la existencia del
mismo no tendría razón de ser, si la sociedad en general quisiera
el propio auto-gobierno y la auto-gestión, el actual gobierno se
diluiría sin más.
Entender entre otras cosas que el poder y la
autoridad conlleva la desintegración, degradación y descomposición
de la sociedad es fundamental para que podamos hacer frente a una
nueva forma de vida, en la que otras formas de relaciones humanas
basadas en el no-poder, la igualdad y la cooperación fueran la
esencia del pensamiento y conducta de la sociedad.
1 comentario:
El Estado con mayúscula, como un fin en sí, desaparecerá y dejará lugar a cierto instrumento, a un medio para garantizar ciertos procedimientos que faciliten los intercambios entre las personas, las familias y sus casas... Lo más cercano a la soberanía será la autonomía casera, respetuosa del derecho ajeno... Pero no son lo mismo los medios que los fines y un estado bien gobernado sería todo lo contrario del actual.
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