In LSD Veritas -

Benvinguts al meu racó.


Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.

domingo, 10 de abril de 2016

Reflexiones: sociedad, política, pensamiento, conciencia, propaganda.



No nos engañemos, lo que ha triunfado en la sociedad es la meritocracia, es decir, el gobierno de los mejores para gobernar a los mejores súbditos.

Las corrientes de pensamiento impulsadas por la propaganda pueden converger o divergir según las circunstancias en las que se halle en cada momento la sociedad, pero todas surgen de la necesidad de acatamiento a una Autoridad que se revela superior en cuanto a facultades y poder, que a la vez otorgan una identidad a un colectivo (que tiene que competir con otros) que la respeta y obedece como forma única y concreta de subsistencia.

Las corrientes de pensamiento que a través de la propaganda (ya sea por imposición o consentimiento) crean un visión concreta del mundo y la vida, determinarán la voluntad del individuo que asimila y finalmente hace suyo el pensamiento dominante de la sociedad que ha creado la propaganda para establecer un modus vivendi determinado.

El pensamiento unidimensional dictado por la Autoridad (élite de poder) y finalmente aceptado por la sociedad, invade el espíritu del individuo corrompiéndolo y destruyéndolo como ser humano autónomo.

Si el pensamiento complejiza al individuo y por ende a la sociedad, su desarrollo y expansión como fenómeno totalizante dificulta y acaba creando conflictos en las relaciones sociales. Podemos considerarlo como una perversión de la conducta humana.

Los dos delitos fundamentales del Capitalismo que rigen la sociedad e invaden y conquistan el espíritu del individuo son: el fetichismo de la mercancía o del dinero como pecado venial y la voluntad de poder como pecado mortal.

El rebelde no tiene porque ser también un revolucionario.

3 comentarios:

Piedra dijo...

Una nueva reflexión sería el porqué ha triunfado la meritocracia y lo peor (moralmente) de nuestra sociedad.
Yo creo que es porque en la sociedad corrompida, la mayoría son/somos corruptos, aunque casi nadie tiene oportunidad de demostrarlo y hasta entonces, si se da la oportunidad, pasa por decente u honrado, pero en el fondo no lo es y por eso consiente los abusos, aunque de cara al resto los condene.
No es que el poder corrompa, es que sin poder no se dan cuenta el resto de que somos como lo que criticamos y por eso también, en el fondo los envidiamos, los admiramos secretamente y consentimos todo lo que de estar en su lugar haríamos.

Es interesante también lo que dices sobre el pensamiento, que a mi modo de ver justifica el que se pretenda uniformizar este en todos los aspectos posibles.
Un rebaño de un solo tipo de ganado es más fácil de gobernar que otro en el que haya varias especies mezcladas.

Salud!

Albert dijo...

Para mi una de las causas del triunfo la meritocracia es la imagen (tanto psicológica como física) del individuo que le sirve para desarrollarse en el sistema.

La imagen como el Ego son el fundamento de la supervivencia, supervivencia porque vivimos en un sistema hiperviolento o hipercompetitivo que nos empuja, seduce u obliga a luchar constantemente para poder sobrevivir.

La cuestión fundamental para por destruir el Ego, es decir, no ser o ser lo mínimo, aunque es complejo en una sociedad altamente competitiva, en el fondo, si lo meditas bien, no deja de ser una opción personal y cada uno debe de saber lo que quiere hacer en la vida... o debería en última instancia.

Albert dijo...

Por ejemplo, si todos vamos a morir, ¿por qué alargar una situación en la que tendrás que pagar un precio más alto del que deberías hacerlo en circunstancias normales, es decir, en las que éstas no te fueran ajenas para poder vivir dignamente...?

La libertad propone en teoría asumir unos riesgos que están contraposición con las condiciones del sistema actual, que están determinadas por la seguridad que nos proporciona el Estado Capitalista. Si aceptas antes la seguridad que la libertad estás perdido porque has delegado en un tercero la responsabilidad de ser libre.

La competitividad surge del apego a la imagen, si quieres ser algo tendrás que competir...