In LSD Veritas -

Benvinguts al meu racó.


Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.

miércoles, 4 de enero de 2012

El sufrimiento como base del conflicto humano.

                                                              Tristeza y Felicidad.    


    
Cuando hablo de sufrimiento voy a desarollarlo específicamente en el campo psicológico, ya que el físico pertenece a  otro plano y no al  del sufrimiento, sino el del dolor causado por una enfermedad u otro tipo de manifestación física del organismo.
Para empezar la pregunta clave es ¿por qué sufrimos?, el sufrimiento básicamente procede de la inseguridad, de una inseguridad que por un lado nos invade interiormente, es decir, es intrínseca, o también podemos sentirnos inseguros por un futuro incierto, desconocido y por lo tanto cambiante, que puede alterar y modificar nuestra forma de vida, nuestras costumbres y también nuestra conducta. La vulnerabilidad psicológica es proporcional al sufrimiento, cuanto más sufrimos mayor es nuestra vulnerabilidad psicológica, y nuestra inseguridad también  aumenta con lo que los conflictos en base a desordenes psicológicos (patologías de todo tipo), están presentes en nuestro pensamiento. La capacidad de reacción ante los conflictos psicológicos debe de ser observada por el individuo que las padece, dicho de otra forma, tenemos que dejar de pensar en porque nos sentimos afligidos, las causas que nos hacen padecer estados aparentes de desequilibrio y desorden son una proyección de nuestra conciencia que se ve sometida al pensamiento, por eso el pensamiento es la raíz del conflicto que nos invade en cada momento. Por ejemplo, la tristeza puede derivar en sufrimiento, porque el pensamiento le ha dado prioridad a una imagen de un recuerdo que tenemos almacenada en nuestra memoria que nos aflige constantemente, cuando ésta imagen es constante y obsesiva puede originar una depresión dependiendo de la intensidad de la misma, por otro lado cuando la alegría nos conquista lo hace por otros mecanismos que no provienen del pensamiento, éstos derivan de la espontaneidad y de la inocencia, de la naturalidad, y nos sumerge en la felicidad. Como vemos en este ejemplo la capacidad para optar entre dos estados de ánimo depende en la mayoría de los  casos del individuo, y no de las circunstancias en las que se halle en cada momento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sufrir es una sensación más que según mi modo de ver la vida no debe ser evitado como ningún otro. La vida nos lleva a situaciones que nos hace sufrir. No me parece una vida plena la de evitar sucesos de la vida, tampoco sé como calificarlos, bueno?, malo? Todo viene con su contraparte, la alegría con el dolor, la felicidad con el sufrimiento en el flujo infinito de la vida, salut,

Albert dijo...

El problema surge cuando el sufrimiento nos conduce a la desesperanza. Entonces es cuando puede surgir también el conflicto. Cuando nos hallamos perdidos, sin saber lo que hacer.

La cuestión es más profunda si se produce un apego a una imagen dolorosa provocada por algún trauma, una mala experiencia que te haya marcado y de la que no te puedas deshacer.

De todos modos es un tema un tanto complejo, porque se podría también asociar el sufrimiento con el dolor y derivar en algún enfermedad. Se puede entender también de muchas formas el sufrimiento dependiendo de la situación y de la persona que lo padece.

Salut!

Albert dijo...

A veces parece ser que cada persona le da una explicación diferente a lo qué es el sufrimiento y el dolor según se percepción y su estado de ánimo. Por eso se hace complejo definir lo que es realmente.