In LSD Veritas -

Benvinguts al meu racó.


Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.

domingo, 13 de junio de 2021

Observaciones sobre la "pandemia" y otros.

La "pandemia" ha sido quizá el último asalto a la conciencia que el Poder ha dado al ciudadano medio para transformarlo en un ser totalmente obediente y sumiso. A partir de este hecho sólo cabe esperar una sociedad de autómatas que no tienen ninguna capacidad para tomar alguna iniciativa y organizarse de manera que pueda enfrentarse a los abusos y desmanes del Poder. Una sociedad sin conflictos se está fraguando y constituyendo como una masa de seres que responden sólo a las consignas de la autoridad y que están completamente alienadas de su voluntad de vivir una vida propia.

Como hemos podido comprobar la naturaleza del Capitalismo es en esencia totalitaria. El totalitarismo como tal se ha definido en esta mal llamada crisis sanitaria como un sistema tiránico y atroz que pretende hacerse pasar por una democracia formal o representativa que toma medidas políticas por el bien de la comunidad cuando en el fondo es la culminación de una serie de acontecimientos históricos que han llevado a la sociedad a un callejón sin salida del que no podrá salir si una mayoría no pretende cambiar el estado de las cosas.

Todas las medidas implementadas de control y vigilancia tras la "pandemia" por los Estados de los países occidentales responden a una serie de políticas para poder equiparnos a los ciudadanos de China, de esta forma los países occidentales encabezados por EEUU se aseguran una total adhesión de la población a sus respectivos Estados y poder competir con China.

El confinamiento ha sido el mayor experimento social realizado durante toda la historia del estudio e investigación del comportamiento humano (obediencia a la autoridad) mediante el aparato tecnológico ante una catástrofe civilizatoria ya sea natural o artificial.

La sociedad autoritaria y despiadada que describe Orwell en "1984" es la antesala de la sociedad pacífica y sumisa que describe Huxley en "Un mundo feliz".


11 comentarios:

Originario dijo...

Estoy de acuerdo en general. Aquí hasta la izquierda de siempre ha sido cogida por sorpresa. Si quieres puedes leer el artículo que publiqué en Kaos con el título "¿ Quién piensa libremente hoy"? ( búscalo con Google o en Libre Publicación de Kaosenlared)
Tenemos mucho en común, amigo Albert. Un saludo
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Albert dijo...

Estoy de acuerdo con tu escrito, esta "pandemia" es un camelo en toda regla que solo se puede sostener gracias a la fe que depositan los creyentes del Sistema.

Por cierto, Discovery Salud realizó una entrevista al virólogo Stefan Lanka que es bastante interesante.

Saludos.

Originario dijo...

Hola, Albert. En el número de Discovery de Junio he visto la tercera parte de la entrevista a Stefan Lanka. ¿ Cómo no estar de acuerdo con él? Lo mismo podriamos decir de los científicos que no alaban el traje nuevo del emperador, y por eso son condenados a guardar silencio en todas las plazas del mundo. Esta lección de la supuesta pandemia y lo que ha traído consigo me ha hecho comprender aún mejor el poco valor de la opinión pública, la poca importancia de los gobiernos ante los planes de los que se mecen en el vertice de la pirámide mundial, el sucio papel de los medios a su servicio, la falsedad de la OMS, y el propósito final que apuntas en tu artículo, que de llegar a realizarse nos convetiría a muchos como nosotros en proscritos perseguibles por los de arriba y en socialmente rechazados por el común de las gentes. El simple hecho de que el artículo que has leído en Kaos haya sido relegado a libre publicación, o que mi comentario en " meneame" sobre la pandemia haya tenido una pésima acogida, revela que hasta la supuesta izquierda ha sido reseatada. Como siempre pasa lo de siempre. Menos mal que al menos sabemos lo que sabemos, y no lo que quieren que sepamos. Un saludo

Albert dijo...

Se puede decir que la izquierda ya no existe, lo poco que quedaba de conciencia ha sido absorbida por el Sistema. Se han vendido igual que la inmensa mayoría del anarquismo. Una decepción que quizá marque un punto de inflexión en la forma de concebir y hacer política por todos los estratos y movimientos sociales sin mencionar a los partidos políticos que dejarán en manos de los especialistas la inmensa mayoría de los asuntos y la llamada cosa pública. Toda oposición será supervisada y controlada por las instituciones. El Estado será el garante de que así sea al absorber todo movimiento contestatario. Este tiene verdaderamente mala pinta...

Un saludo

Originario dijo...

Claro, el sistema se ha comido a la consciencia y a la conciencia de las gentes y los partidos. Y de esta doble victoria no se puede esperar ningún cambio positivo, así que el problema, tal como yo lo veo, y creo que tú también, no es político, ni siquiera ideológico, sino más bien de carácter espiritual, ético, de principios metapolíticos. El sistema ha ido cambiando de apariencia, durante siglos, pero su misión principal para conseguir dominar las conciencias- y no solo los cuerpos, que ya lo ha conseguido- ha sido. y es. pervertir, convertir en sospechosa y desmantelar, según los casos, lo que tenga que ver con la espiritualiad, la conciencia crítica, la discrepancia con la autoridad, el libremensamiento. Todo ello vía Iglesias mal llamadas cristianas, falsimedia, "expertos", "politólogos", y despistados bienintencionados, con la inestimable ayuda de leyes, jueces y tribunales a medida para evitar que la justicia prevalezca sobre el Derecho y la individualidad autonsciente y crítica por encima del atontameinto colectivo con pensamaientos unidireccionales a conveniencia. Estamos verdaderamente ante la urgente necesiadad de un salto cualitativo de la conciencia humana, por encima de la conciencia de clase y anterior a ella; un salto cuántico, que de no producirse solo nos puede traer más dolor, más miserias y más desigualdades. Y ahora mismo la batalla se centra en estos términos. Los demás, como religiones, partidos, sindicatos, y todo eso, ha muerto. Dios, por fortuna, no.

Albert dijo...

Comparto lo que has dicho. Pero si la mayoría decide para bien o para mal el destino de la totalidad de la sociedad parece inevitable meterse en el pozo político...el problema es salir después del mismo...

Originario dijo...

Creo, y pienso que esto también lo compartirías, que no hay soluciones políticas sin conciencia evolucionada de las mayorías, y precisamente si la política está fracasando en todo el mundo, y anda sumida en la corrupción y el autoritarismo, es porque la conciencia colectiva está al mismo nivel: que es corruptible y admira a los ricos y poderosos. Si los pueblos votan corruptos, es porque prevalece a nivel individual la envidia a los corruptos y poderosos. Y como es natural, estos harán lo posible para que haya muchas películas, revistas, programas de tv., montajes políticos y toda clase de exhibiciones narcisistas de esas gentes para que el juego siga.. Por eso creo que no hay ahora otra alternativa que continuar en el empeño de denunciar lo que hay, y que cada uno de los que denunciamos vivamos en el empeño de transformarnos a nosotros mismos, para convertirnos en lo que afirmamos como válido. Esto es una revolución interior y un alucha diaria contra el ego, cada uno desde sus planteamientos espirituales personales. De lo contrario, nos estancamos en el pesimismo, la crítica amarga, el nihilismos autolimitantes,los pesismismos sin salida, y en defintiva nos convertimos en elementos quemados y neutralizados, ¿ no te parece? Esto sin embargo, no parece importar mucho a la gente " de la oposición al sistema". ¿ Revolución interior? dices, y te miran desconfiados estos hermanos. ¡Como si la otra nos hubiera llevado a alguna parte! O la casa se empieza por los cimientos, o no da lugar a que tenga tejado, ¿ no crees?.

Albert dijo...

Efectivamente, pero cada uno mide el nivel de ética como más le interesa en cada momento. Escasea la conciencia por ese motivo y el individuo se olvida del prójimo, por diversos motivos pacta con el un acuerdo tácito de intereses que les benefician a ambos o lo utiliza según su conveniencia. Hay demasiada impostura en todos los ámbitos de la vida y las relaciones. Por eso motivo la Revolución interior se convierte en un ideal y lo suelen tachar de utopía cuando hablas con algunas personas. De modo que (y tal como le veo personalmente) sólo queda luchar en algunas parcelas que puedan ser accesibles. En según que circunstancias la gente se puede volver también pragmática y es posible hacer alguna cosa. En todo caso observo demasiadas divisiones de todo tipo y formas de ver la vida por eso es tan difícil llegar a un mínimo acuerdo, aparte de la confusión y el caos reinante en la sociedad actual...

Originario dijo...

Sí, amigo Albert; existe mucha confusión, caos, imposturas, egocentrismo, y lo único que se puede hacer de cara al mundo- al parecer es eso que tú apuntas. Se trata al final de estar despiertos para no perder de vista los manejos del Poder dominante, desenmascararlo en la medida que podamos ser escuchados por otros, relativizar todo esto para no perder energía inútilmente, y dedicarnos a nuestro propio progreso evolutivo espiritual, cada uno según su fe y sus posibilidades.
Estoy de acuerdo contigo en el requiem por la izquierda. La verdad es que no era fácilmente imaginable para los que vivimos bajo el dictador anterior, que las ideas alternativas marxistas o anarquistas con las que muchos nos sentiamos identificados fueran a caer del árbol de la vida al primer soplo de viento de esta clase de democracia. Por otro lado no me sorprende cuando lo pienso con frialdad, porque al fin y al cabo, la izquierda se ha dotado del mismo tipo de estructuras organizativas piramidales que sus enemigos de clase, lo que ha llevado al autoritarismo, al culto a la personalidad, a los jueguecitos de poder...todo eso que sabemos y que ha conducido a la división y a perder de vista los propósitos iniciales. Ejemplos: Llamazares o Garzón no son Anguita; Podemos ha sido tragado por el dragón, y no hay más Durrutis. Así que ahora se trata de otra cosa: de mostrar otras utopías en que el personalismo no sea lo que ha sido. Bien sé que todo esto no es nuevo, pero como amigo del Cristo eternamente traicionado por sus seguidores, veo que la falta de un sentido sagrado de la vida en todas sus formas, la falta de una idea trascendental de la existencia, marca el terreno de juego para el egocentrismo y la claudicación fácil. Y después de todo, ¿ qué quieres que te diga, amigo Albert? Todo es tan relativo, tan pequeño, tan fugaz a fin de cuentas que me digo a mí mismo: ya tendrás otras oportunidades: la vida es una rueda que gira en la eternidad, un canjelón de noria que nos va depositando aquí y allá, y vuelta a empezar... Un abrazo, y gracias por tus comentarios.

Piedra dijo...

Yo creo que más que competir con China, vamos a ser China, el mundo deja de ser una serie de estados en lucha entre ellos, para ser un único estado en lucha contra sus propios ciudadanos.

Saludos.

Albert dijo...

Pienso que todavía le falta tiempo para que haya sólo un único Estado, pero si que es verdad que los Estados están librando una guerra silenciosa contra sus propios ciudadanos.De momento China aspira a la hegemonía mundial que tiene EEUU todavía en el campo militar, y ya han anulado la política de un sólo hijo que había hasta ahora para pasar a tres, será cuestión de no demasiado tiempo saber qué país de estos dos será la referencia para el resto de los Estados y por ende también sus vasallos...