Más allá de las
ideologías y creencias en el sistema capitalista la codicia
representa uno de los grandes males del hombre moderno y sus
consecuencias nefastas.
La naturaleza del
pensamiento en el hombre indica una tendencia a la corrupción en
diversas formas como hemos podido ver durante buena buena parte de la
historia contemporánea y reforzada en estos últimos tiempos por la
propaganda capitalista principalmente a todos los niveles.
Con esta afirmación
no quiero decir que la naturaleza del pensamiento en el hombre esté
corrompida ya desde su nacimiento, pero como hemos podido observar
tiende a la corrupción y esto es debido al modus vivendi que
implanta la élite de poder en el “inconsciente” del hombre
utilizando diversas formas de propaganda que sirven para someter a
los que son y serán sus súbditos.
La codicia sirve
entre otras cosas para imponer la competencia entre iguales, de esta
forma también la élite se asegura el poder al crear división en
la sociedad, haciendo que individuos y grupos estén y permanezcan
en constante conflicto y se sometan a los designios por propia
convicción.
La codicia difiere de la avaricia y se presenta como tal en el excesivo consumismo
de las sociedades capitalistas más desarrolladas tanto en la
industria como en la tecnología, en este caso la avaricia
corresponde a la burguesía y la avaricia más irracional y neurótica
a la élite Capitalista que ostenta actualmente el poder en casi
todos los asuntos vitales que conciernen a la sociedad en general.
No hay que olvidar
que la publicidad de la propaganda capitalista tiene como finalidad
la creación de deseos en base a los artículos que vende, la
palabra codicia proviene del latín cupiditia. Esta palabra latina
designa la cualidad del cupidus, la ambición provocada por el
deseo. Bajo esta premisa la publicidad puede provocar el deseo e
insertarse en el pensamiento consciente o “inconsciente” y crear
todo tipo de modas y comportamientos en el hombre.
Vemos que el deseo
tiene dos caras, y que generalmente cuando viene del exterior en
forma de propaganda publicitaria es tendencioso y provoca conductas
que no son estrictamente propias y personales sino que son moldeadas
por expertos que implantan sobre un producto o artículo una forma de
ser y también de sentir.
La codicia genera
violencia en las sociedades capitalistas al estar en permanente
competencia principalmente entre la clase trabajadora que como hemos
visto también es divida y enfrentada.
La codicia también
provoca la mentira entre los hombres, las estrategias y artimañas
usadas por aquellos que quieren beneficiarse a título personal
pueden llevarlo a cabo planificando estrategias y artimañas para
engañar al prójimo y así de este modo someterlo también a su
voluntad.
Como hemos visto en
la codicia subyace uno de los grandes males de la humanidad, y que es
utilizada como tal por una élite siempre hambrienta de poder,
erradicar la codicia supone entre otras cosas la propia voluntad de
cambio y la implantación de valores humanos que intenten anular o
mitigar la codicia como una de las representaciones negativas en la conducta del
hombre.
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