El fracaso de la humanidad también se lo debemos al no haber
utilizado la inteligencia, que lo podríamos definir como sentido común,
sin apenas intervención del pensamiento. Inteligencia significa saber
escoger. Debemos entender que no hemos sabido escoger el sistema en el
que tenemos que interactuar y desarrollarnos como personas humanas.
Aquí tendríamos que hacer un punto y aparte, la inteligencia no
debería estar siempre asociada con la autoridad que otorga el
conocimiento la información, o el pensamiento y la experiencia que
tiene el hombre.
Faltaría aclarar si el fenómeno de la propaganda es decisivo y
determina totalmente la manipulación psicológica y posterior control de
la conducta del hombre y el conjunto de la sociedad, o si también
existen factores internos de la estructura psicológica del hombre que
ayudan y son decisivos para la posterior integración a un sistema
corrupto.
El análisis de la psicología humana es fundamental para saber hasta que punto el pensamiento en el hombre se va corrompiendo en las diversas etapas de su existencia. Podremos observar que el tiempo de permanencia del hombre en un sistema corrupto va deteriorando cada vez más sus facultades analíticas, se anula el análisis objetivo y éste es convertido en asimilación del sistema por medio de la propaganda y su posterior análisis subjetivo, con lo cual, la transformación del pensamiento del sujeto debido a la asimilación de dicho sistema acaba por corromper las bases lógicas de entendimiento y sentido común de la inteligencia.
Si entendemos que la propaganda es una forma de pensamiento concreta que es implementada desde el exterior para fines de diversa índole, significa que el poder que confiere el uso de la propaganda sobre el hombre, lo transforma en otro distinto, un ser dependiente que es sometido y controlado bajo el mando de una autoridad que le dicta en mayor o menor medida los pasos que debe dar a lo largo de su vida.