De aquellos polvos, estos lodos.
domingo, 31 de diciembre de 2017
sábado, 30 de diciembre de 2017
La manipulación de la conciencia.
Para cambiar la conciencia la imagen que la domina debe ser destruida, lo que significa disolver el pensamiento que crea permanentemente la imagen que proyectamos en la conciencia que la condiciona y manipula a su antojo.
Quien crea una idea puede crear una imagen y por lo tanto controlar el pensamiento y la voluntad del individuo y colectivo al que se le inocula aquella a través de la propaganda. Por lo tanto la propaganda determina el pensamiento y lo somete por voluntad ajena.
En este contexto no existe el pensamiento ni la conciencia original del individuo al quedar restituidas por otras ideas que modifican la estructura de las imágenes que proyectan desde el exterior y consiguen invadir su espíritu por la fuerza de la persuasión y el convencimiento de que es un ser desvalido y dependiente, de manera que debe ser gobernado y manipulado por su propio bien.
La mutilación de la conciencia es un hecho que se produce cuando no existe voluntad propia y el individuo se somete a cambio de seguridad. Cede su iniciativa y voluntad de ser libre por la certidumbre de un porvenir mejor que le promete de forma ilusoria el sistema que lo domina.
viernes, 29 de diciembre de 2017
La sociedad de supervivencia - Raoul Vaneigem
¿Ya has sentido el deseo de dejar de leer periódicos y de romper tu televisor?
En tal caso, has entendido que:
• a) Los diarios, la radio, la televisión son los vehículos más groseros de la mentira. No solamente nos alejan de los auténticos problemas - del "¿cómo vivir mejor?" que se plantea concretamente cada día -, sino que además nos empujan a identificarnos con unas imágenes prefabricadas, a situarnos de manera abstracta en el lugar de un jefe de Estado, de una vedette, de un asesino, de una víctima, en suma, a reaccionar como si fuéramos otro. Las imágenes que nos dominan es el triunfo de lo que no somos y de lo que nos expulsa de nosotros mismos; de lo que nos convierte en objetos a clasificar, etiquetar, jerarquizar, según el sistema d ella mercancía generalizada.
• b) Existe un lenguaje al servicio del poder jerarquizado. No está solamente en la información, la publicidad, las ideas preconcebidas, las costumbres, los gestos condicionados sino también en todo lenguaje que no prepare la revolución de la vida cotidiana, en todo lenguaje que no esté al servicio de nuestros placeres.
• c) El sistema mercantil impone sus representaciones, sus imágenes, su sentido, su lenguaje cada vez que se trabaja para él, es decir, la mayor parte del tiempo. Este conjunto de ideas, de imágenes, de identificaciones, de conductas determinadas por la necesidad de acumulación y de renovación de la mercancía constituye el espectáculo en el que cada uno de nosotros desempeña el papel de lo que no vive realmente y vive falsamente lo que no es. Ello se debe a que el rol es una mercancía viviente y la supervivencia un malestar interminable.
• d) El espectáculo (ideologías, cultura, arte, roles, imágenes, representaciones, palabras-mercancías) es el conjunto de las conductas sociales por las que los hombres entran en sistema mercantil, participan en él en contra de sí mismos convirtiéndose en objetos de supervivencia - mercancías -, renunciando al placer de vivir realmente para sí mismos y de construir libremente su vida cotidiana.
• e) Sobrevivimos en un conjunto de imágenes a las que nos sentimos obligados a identificarnos. Cada vez actuamos menos por nosotros mismos y cada vez más en función de abstracciones que nos dirigen según las leyes del sistema mercantil (beneficio y poder).
• f) Carece de gran importancia que los roles o las ideologías puedan ser favorables u hostiles al sistema dominante puesto que permanecen dentro del espectáculo, del sistema dominante. Sólo lo que destruye la mercancía y su espectáculo es revolucionario.
En realidad, ya está harto de la mentira organizada, de la realidad al revés, de las muecas que imitan la vida auténtica y acaban de empobrecerla. Ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que el derecho de comunicación real pertenezca a todos, en la que cada uno de nosotros pueda dar a conocer lo que le interesa gracias a la libre disposición de las técnicas (imprentas, telecomunicaciones), en la que la construcción de una vida apasionante liquide la necesidad de desempeñar un rol y de conceder más importancia a la apariencia que a la auténtica vida."
Descargar: La sociedad de supervivencia
Texto que pertenece al Capítulo I, del libro De la Huelga Salvaje a la Autogestión Revolucionaria, de Raoul Vanoigem (1974), Ed. Anagrama (Barcelona, 1978). Traducción de Joaquín Jordá.
jueves, 28 de diciembre de 2017
Krishnamurti - 2 La Transformación Del Hombre 1976
Para los que siguen creyendo en la seguridad.
El problema de la dominación se resuelve cuando existe la percepción de que el dominador y el dominado son las dos caras de la misma moneda.
La libertad no es una cuestión material sino espiritual.
El problema de la dominación se resuelve cuando existe la percepción de que el dominador y el dominado son las dos caras de la misma moneda.
La libertad no es una cuestión material sino espiritual.
martes, 26 de diciembre de 2017
domingo, 24 de diciembre de 2017
Qué izquierda - José Luis García Rúa. (1994)
1. El parlamento es un pozo de esterilización y alambique de corrupción
permanente, es decir, el lugar de hacerla más pura, o sea, más corrupción sin paliativos.
2. El parlamento es el símbolo vivo de la formalidad de la democracia, que para
serlo, necesita partes, o sea partidos, acción de gobierno y oposición a la misma, lo
que quiere decir izquierda y derecha, a fin de constituir los módulos simétricos a
ambos lados del eje que conforma la unidad del sistema. Su ámbito es, pues, el lugar
de los partidos, y aquí las alternativas son políticas y, por ello, parciales.
3. Frente a ellos están los movimientos sociales, que, en cuanto significativos
de voluntad reivindicativa, constituyen el polo dialéctico, potencialmente anti-sistema,
respecto al cual representan una alternativa global.
4. La izquierda, pues, es una necesidad sociológica del Estado, y, en cuanto
tal, el destino de todas las «izquierdas» estatales o estatalistas es siempre el mismo:
hacer su papel de oposición, de contrabalanza equilibradora, hasta llegar al poder.
Una vez aquí, por definición, deja de ser izquierda y pasa a ser sustituida por otra
«izquierda», que seguirá exactamente el mismo proceso de la primera, es decir, dar
vueltas a la noria, para seguir manteniendo el sistema, que es, justamente eso, la noria.
5. Para que este proceso pueda reproducirse constantemente, es necesario
que «la izquierda» parlamentaria tienda a absorber y pretenda adueñarse de los
movimientos sociales, procediendo a la función típica del vampiro, a saber, chupar la
sangre de la que carece. Los movimientos sociales que sucumben a esta vampirización
pasan a constituir la nueva izquierda parlamentaria, con vocación de poder, por lo
tanto, con vocación de derecha.
6. Este proceso regenerativo-degenerativo es, en el orden político, lo que,
en el orden social de las clases, sucede con la acción de la burguesía sobre el proletariado.
Siendo una clase sometida a un proceso de desgaste degenerativo
continuo, en cuanto que, en ella, el tránsito de la actividad a la pasividad se produce
constantemente, la burguesía necesita sacar, y saca, permanentemente, de la clase
proletaria los elementos más activos que a su condición de activos unan la de
ambiciosos. Ellos pasan a constituir el polo activo de la burguesía con, a la larga,
vocación de pasividad, es decir, vocación de privilegiado disfrute de la vida. Se trata
de un proceso de vampirización permanente.
Todos aquellos que justifican su vocación «política» en base a un pretendido
realismo de orden económico, histórico, sociológico, etc., no podrán por menos de
reconocer, si su decisión «política« no les envenenó del todo la inteligencia, que
todas las afirmaciones hasta aquí expuestas, las 6 son esencia de experiencia histórica
pura y dura, y, por ello, no salidas de ningún falso utopismo que fuera exclusivo
producto de la imaginación. Estas afirmaciones, por lo tanto, socavan las bases del
ente político, poniendo en clara contradicción las pretensiones con la realidad, y
tienen ahora por misión poner en guardia a todos los militantes de la lucha social y
extraparlamentaria, a la vista de los intentos de unos y de otros de querer llevarlos,
con etiquetas izquierdistas, a los rediles parlamentarios. Con estos anteriores
desarrollos a fuer de máximas históricas, pretendemos aquí anunciarles, ya mismo,
cual será su destino.
Marx mantuvo su razón extraparlamentaria frente a Lasalle, hasta que, de la
mano de Engels, cayó en la trampa mortal de romper la I Internacional, y de preparar o
de hacer de la II una internacional política. Kautsky, combatiendo a Bernstein, el
revisionista, cae en su misma posición parlamentarista gradualista, lo que le vale ser
calificado por Lenin como «renegado». Lenin y Rosa Luxemburg denuncian, los dos,
la esterilidad del parlamentarismo socialdemocrático. Rosa capitanea una revolución
del pueblo y muere por el efecto de balas comandadas y dirigidas por la
socialdemocracia. Hoy se venera su memoria. Lenin, con su frase «¡nadie a mi
izquierda!» inaugura el régimen del poder totalitario. Hoy sus estatuas son derribadas
por los pueblos sometidos y traicionados por el ejército rojo. Las corrientes gauchistas
jugaron un importante papel en el 68 francés. Integrados en la política, hoy sus
componentes incrementan los ejércitos de yuppies instalados.
Y toda esta digresión y recordación viene a cuento ahora a propósito de la
reunión, en la segunda semana del diciembre último en Barcelona, de movimientos y
partidos que pretenden etiquetarse con el título de Izquierda Renovada o algo así, en
la que llegaron a conclusiones totalmente retrógradas, pues, cuando el sistema está
en una convulsa crisis de extinción, ellos pretenden ser su balón de oxígeno y
apuntalarlo, equivocando las mentes de los que buscarían, bien orientados, un orden
nuevo y una solución global, que no puede, por definición, haber en el actual sistema.
Está claro que no tienen natural fuerza y quieren adquirirla por el proceso de
vampirización antes descrito.
Quiénes son estas gentes lo sabemos, pero sobre cómo piensan producirse
lo descubre ya, in nuce, una frase que se les escapa, cuando, para exhibir garantía
de populismo dicen que «apoyarán a los sindicatos», y a continuación, como
frase delatora, añaden «y también a los Comités de Empresa». Lo primero es
ambiguo. En cambio, lo segundo es revelador. Los Comités de Empresa son una
creación franquista, y, ya en democracia, se impregnan de todos los elementos
negativos del parlamentarismo que asesina las asambleas. Acaban con el
protagonismo de los trabajadores, son ya, desde su creación, el máximo exponente
del sindicalismo burocrático, los brazos largos del capitalismo, cómplices de las
reconversiones que trajeron consigo la desertización industrial y reos del
monstruoso crimen del nivel de paro actual.
Se trata, por lo tanto, de vampirizar una vez más las asociaciones ampliadas,
a través de las cuales se desarrollaron siempre los partidos comunistas.
permanente, es decir, el lugar de hacerla más pura, o sea, más corrupción sin paliativos.
2. El parlamento es el símbolo vivo de la formalidad de la democracia, que para
serlo, necesita partes, o sea partidos, acción de gobierno y oposición a la misma, lo
que quiere decir izquierda y derecha, a fin de constituir los módulos simétricos a
ambos lados del eje que conforma la unidad del sistema. Su ámbito es, pues, el lugar
de los partidos, y aquí las alternativas son políticas y, por ello, parciales.
3. Frente a ellos están los movimientos sociales, que, en cuanto significativos
de voluntad reivindicativa, constituyen el polo dialéctico, potencialmente anti-sistema,
respecto al cual representan una alternativa global.
4. La izquierda, pues, es una necesidad sociológica del Estado, y, en cuanto
tal, el destino de todas las «izquierdas» estatales o estatalistas es siempre el mismo:
hacer su papel de oposición, de contrabalanza equilibradora, hasta llegar al poder.
Una vez aquí, por definición, deja de ser izquierda y pasa a ser sustituida por otra
«izquierda», que seguirá exactamente el mismo proceso de la primera, es decir, dar
vueltas a la noria, para seguir manteniendo el sistema, que es, justamente eso, la noria.
5. Para que este proceso pueda reproducirse constantemente, es necesario
que «la izquierda» parlamentaria tienda a absorber y pretenda adueñarse de los
movimientos sociales, procediendo a la función típica del vampiro, a saber, chupar la
sangre de la que carece. Los movimientos sociales que sucumben a esta vampirización
pasan a constituir la nueva izquierda parlamentaria, con vocación de poder, por lo
tanto, con vocación de derecha.
6. Este proceso regenerativo-degenerativo es, en el orden político, lo que,
en el orden social de las clases, sucede con la acción de la burguesía sobre el proletariado.
Siendo una clase sometida a un proceso de desgaste degenerativo
continuo, en cuanto que, en ella, el tránsito de la actividad a la pasividad se produce
constantemente, la burguesía necesita sacar, y saca, permanentemente, de la clase
proletaria los elementos más activos que a su condición de activos unan la de
ambiciosos. Ellos pasan a constituir el polo activo de la burguesía con, a la larga,
vocación de pasividad, es decir, vocación de privilegiado disfrute de la vida. Se trata
de un proceso de vampirización permanente.
Todos aquellos que justifican su vocación «política» en base a un pretendido
realismo de orden económico, histórico, sociológico, etc., no podrán por menos de
reconocer, si su decisión «política« no les envenenó del todo la inteligencia, que
todas las afirmaciones hasta aquí expuestas, las 6 son esencia de experiencia histórica
pura y dura, y, por ello, no salidas de ningún falso utopismo que fuera exclusivo
producto de la imaginación. Estas afirmaciones, por lo tanto, socavan las bases del
ente político, poniendo en clara contradicción las pretensiones con la realidad, y
tienen ahora por misión poner en guardia a todos los militantes de la lucha social y
extraparlamentaria, a la vista de los intentos de unos y de otros de querer llevarlos,
con etiquetas izquierdistas, a los rediles parlamentarios. Con estos anteriores
desarrollos a fuer de máximas históricas, pretendemos aquí anunciarles, ya mismo,
cual será su destino.
Marx mantuvo su razón extraparlamentaria frente a Lasalle, hasta que, de la
mano de Engels, cayó en la trampa mortal de romper la I Internacional, y de preparar o
de hacer de la II una internacional política. Kautsky, combatiendo a Bernstein, el
revisionista, cae en su misma posición parlamentarista gradualista, lo que le vale ser
calificado por Lenin como «renegado». Lenin y Rosa Luxemburg denuncian, los dos,
la esterilidad del parlamentarismo socialdemocrático. Rosa capitanea una revolución
del pueblo y muere por el efecto de balas comandadas y dirigidas por la
socialdemocracia. Hoy se venera su memoria. Lenin, con su frase «¡nadie a mi
izquierda!» inaugura el régimen del poder totalitario. Hoy sus estatuas son derribadas
por los pueblos sometidos y traicionados por el ejército rojo. Las corrientes gauchistas
jugaron un importante papel en el 68 francés. Integrados en la política, hoy sus
componentes incrementan los ejércitos de yuppies instalados.
Y toda esta digresión y recordación viene a cuento ahora a propósito de la
reunión, en la segunda semana del diciembre último en Barcelona, de movimientos y
partidos que pretenden etiquetarse con el título de Izquierda Renovada o algo así, en
la que llegaron a conclusiones totalmente retrógradas, pues, cuando el sistema está
en una convulsa crisis de extinción, ellos pretenden ser su balón de oxígeno y
apuntalarlo, equivocando las mentes de los que buscarían, bien orientados, un orden
nuevo y una solución global, que no puede, por definición, haber en el actual sistema.
Está claro que no tienen natural fuerza y quieren adquirirla por el proceso de
vampirización antes descrito.
Quiénes son estas gentes lo sabemos, pero sobre cómo piensan producirse
lo descubre ya, in nuce, una frase que se les escapa, cuando, para exhibir garantía
de populismo dicen que «apoyarán a los sindicatos», y a continuación, como
frase delatora, añaden «y también a los Comités de Empresa». Lo primero es
ambiguo. En cambio, lo segundo es revelador. Los Comités de Empresa son una
creación franquista, y, ya en democracia, se impregnan de todos los elementos
negativos del parlamentarismo que asesina las asambleas. Acaban con el
protagonismo de los trabajadores, son ya, desde su creación, el máximo exponente
del sindicalismo burocrático, los brazos largos del capitalismo, cómplices de las
reconversiones que trajeron consigo la desertización industrial y reos del
monstruoso crimen del nivel de paro actual.
Se trata, por lo tanto, de vampirizar una vez más las asociaciones ampliadas,
a través de las cuales se desarrollaron siempre los partidos comunistas.
Krishnamurti - La transformación del hombre (con Bohm y Shainberg)
Sin duda supone un gran reto que merece la pensa ser ensayado.
viernes, 22 de diciembre de 2017
Política y anarquismo.
La función de la política es entretener y crear falsas esperanzas. No va más allá de cualquier otro entretenimiento como el cine, la música o la literatura que suprimen la conciencia del individuo en base a la especulación y la inoculación de ideas que deforman y falsifican sistemáticamente la realidad para adaptarla a los intereses de los que crean propaganda y de esta manera puedan seguir manteniendo el sistema de dominación.
La disolución del Poder en todas sus facetas debe ser el leimotiv del anarquismo. Si la libertad implica responsabilidad hay que aceptar nuestra parte alícuota en la toma de decisiones que van a influir en nuestra vida y la del resto del grupo. Esto supone no hacer dejación de responsabilidades bajo ningún concepto.
La responsabilidad para bien o para mal debe ser asumida como algo sagrado. En tanto en cuanto la libertad se opone a la seguridad, no puede haber ninguna duda del camino a tomar. Esto supone un dilema difícil de aceptar dada la complejidad y el condicionamiento del individuo moderno. Sin embargo aunque sea una planteamiento difícil o muy difícil no significa que sea imposible. Todo dependerá de nuestra voluntad para ponerlo en práctica.
Del liberalismo al fascismo, el desarrollo totalitario de la civilización. - Bernard Charbonneau
El liberalismo creía que el progreso de la libertad estaba relacionado con el deseo de felicidad, lo que trajo a la mejora de las condiciones materiales mediante el progreso técnico. Pero una felicidad reducida al bienestar no es una fuerza de libertad; el lujo ha corrompido a la aristocracia de las antiguas repúblicas, la comodidad tanto como la miseria corren el riesgo de corromper a las masas de la democracia moderna. La preocupación exclusiva por su bienestar encierra a las personas en un egoísmo que entrega los asuntos públicos a una minoría de personas ambiciosas. La obsesión por los intereses materiales, aquí está la pérdida de la democracia y el estado de ánimo cultivado por la dictadura. El culto burgués de la comodidad y el dinero preparó a las masas para aceptar el estado totalitario.
La libertad está en contradicción con la felicidad. La libertad auténtica no es satisfacción, sino riesgo, esfuerzo y no disfrute; al extremo es la angustia de quien tiene en sus manos su salvación y su pérdida: la situación menos confortable. Quien desea sobre todo la felicidad, primero debe sacrificar su libertad, porque la servidumbre lo libera de las cargas más pesadas: su responsabilidad; - el conformismo es la primera condición de la comodidad. El liberalismo repite al individuo que ser libre es ser feliz; como toda servidumbre trae una apariencia de paz, llegará a creer que ser siervo es ser libre.
Leer artículo: https://www.les-crises.fr/du-liberalisme-au-fascisme-le-developpement-totalitaire-de-la-civilisation-par-bernard-charbonneau/
jueves, 21 de diciembre de 2017
martes, 19 de diciembre de 2017
Sistema y dominación.
La confianza depositada en el sistema conlleva una parálisis permanente. No puede haber cambio donde las estructuras que sustentan la sociedad permanecen intactas. Como el Estado y el Capital no es la sociedad ni ésta los intereses de aquellos en un principio, la propaganda del Estado y el Capital debe condicionar los aspectos más trascendentes y fundamentales de la vida del hombre moderno para de esta forma poder someterlo a sus designios.
La naturaleza corrupta del sistema deviene una constante degradación del individuo y de la sociedad. Los engaños del sistema deben ser afianzados sistemáticamente por los auto-engaños del hombre.
No hay posibilidad de escape cuando el hombre moderno queda atrapado por las trampas del sistema. En esta coyuntura la destrucción de la Naturaleza y la alienación del individuo que son inherentes al sistema forman una única y común visión de la vida.
domingo, 17 de diciembre de 2017
viernes, 15 de diciembre de 2017
jueves, 14 de diciembre de 2017
Colapso y dominación.
El colapso económico-social unido al medio-ambiental con la escasez de recursos naturales y vitales (como el agua entre otros) para la supervivencia del hombre será la excusa perfecta para la proclamación de una dictadura mundial basada en la técnica y la tecnología. El tecnofascismo complementará el ecofascismo para el control absoluto de todos los recursos naturales existentes y todas las actividades que se desarrollen bajo la supervisión de un Gobierno mundial centralizado que a la vez controlorá todos los Estados-nación dependientes de aquel.
Los excedentes alimenticios sirven para calmar el hambre del ejército de parados y el entretenimiento para calmar su sed espiritual. El Sistema combate a sus posibles adversarios con las migajas de la producción para despojarlos de su dignidad como seres humanos y someterlos a sus designios haciendo de ellos autómatas predecibles como consecuencia de la propaganda para manipularlos constantemente.
Los excedentes alimenticios sirven para calmar el hambre del ejército de parados y el entretenimiento para calmar su sed espiritual. El Sistema combate a sus posibles adversarios con las migajas de la producción para despojarlos de su dignidad como seres humanos y someterlos a sus designios haciendo de ellos autómatas predecibles como consecuencia de la propaganda para manipularlos constantemente.
martes, 12 de diciembre de 2017
El Jardín de Babilonia - Bernard Charbonneau
Lectura recomendada.
Charbonneau me enseñó a pensar y a ser un hombre libre […] Ejerció sobre mí una influencia decisiva a la hora de orientar mis reflexiones e investigaciones, y de alguna forma fue el detonante de toda mi evolución. Sin él, creo que no habría hecho gran cosa.
Jacques Ellul
Charbonneau nos advirtió que el totalitarismo, el desarrollo tecnológico y la crisis ecológica estaban relacionados.
Daniel Cérézuelle, sociólogo (IDDRI)
Para Charbonneau, la naturaleza no es un mero recurso, ni un decorado pintoresco, sino un espacio crucial en el que el ser humano ejerce la libertad y la alteridad.
Quentin Hardy (Universidad de París I)
La obra de Bernard Charbonneau es un llamamiento para salvar la naturaleza… y la libertad.
Sébastien Morillon, historiador (CRHIA)
«En el siglo del artificio sentimos pasión por esta naturaleza que destruimos. Es la civilización del coche y del avión la que sube a pie a la montaña, son los individuos más civilizados de los pueblos más civilizados los que se ponen a estudiar la vida de los “primitivos”, los que describen y ensalzan sus costumbres. Cuanto más nos distinguimos de ella, cuanto mejor la conocemos, más experimentamos el sentimiento de la naturaleza pero, al mismo tiempo, más nos alejamos de ella. La hemos inventado al destruirla y esta invención contribuye a su destrucción. Al final de este proceso se esboza un mundo en el que, destruida la naturaleza, el amor por ella sería más fuerte que nunca; y en el que el Edén original, alterado desde la primera intervención humana, se realizaría al fin en estado puro en un puñado de regiones de la tierra (o de nuestra vida) cuidadosamente organizadas. La experiencia de la naturaleza es hoy en día inseparable de la de su destrucción. Si queremos recuperar la naturaleza, primero tenemos que hacernos cargo de que la hemos perdido».
De entre la veintena de libros de Bernard Charbonneau (1910-1996), todos ellos dedicados a lo que él llamaba la «Gran Muda» del siglo xx, fue en El Jardín de Babilonia donde mayor empeño puso en mostrar cómo, después de haber arrasado la naturaleza, la sociedad industrial terminaba de aniquilarla «protegiéndola», organizándola; y cómo se desvanecían al mismo tiempo, con esta artificialización, las oportunidades de la libertad humana. Y no es el menor de los méritos de El Jardín de Babilonia el haber denunciado tan pronto en qué iba a convertirse necesariamente la «defensa de la naturaleza» desde el momento en que separaba su causa de la de la libertad; la indigna regresión que desde ese punto de vista constituye el ecologismo político quedaba juzgada de antemano.
Bernard Charbonneau (1910-1996), geógrafo e historiador de formación, filósofo por vocación, escribió una veintena de libros e innumerables artículos en los que estudió el impacto de la «Gran Transformación» propiciado por la industrialización de la existencia. Considerado como el fundador de la ecología política en Francia, desde los años treinta nos alertó de que la aceleración del progreso técnico y científico ponía en peligro los equilibrios naturales y sociales que permiten al hombre habitar la tierra y vivir en libertad. Su profundo amor por la naturaleza, su rechazo del progreso científico y de la urbe motorizada, hizo que optara por vivir retirado en el campo, lejos de las tertulias parisinas y de las academias, ejerciendo como profesor de geografía e historia en un colegio. Su compromiso en la defensa de la naturaleza lo llevó a fundar y dirigir, junto a su amigo Jacques Ellul, diferentes organizaciones ecologistas, como el Comité de Defensa de la Costa de Aquitania. Esta es el primer libro de Charbonneau que se traduce en España.
Descargar capítulo 1: "El Jardín de Babilonia"
Fuente: https://edicioneselsalmon.com/2016/11/18/el-jardin-de-babilonia/
El panóptico universal.
Creo firmemente que esta apoplejía (inmovilismo) social que padecemos desde hace una década no se podría sostener (en parte) sin que el sistema de dominación al que estamos adheridos no nos mantuviera constantemente en un estado de letargo debido a los narcóticos espirituales que nos ofrece a través de Internet; como la música, el cine o los videojuegos entre otros entretenimientos y diversiones.
Internet funciona como el gran panóptico universal donde todos somos inspeccionados de forma permanente. La vigilancia constituye la auto-vigilancia. El gran invento del siglo y quizá de todos los tiempos se funda en el control y la manipulación de la conducta. La conjunción individuo-máquina adquiere otra dimensión con Internet y abre una vía para un nuevo entendimiento de la vida en el hombre moderno. Internet hace del hombre un ser predecible al adquirir atributos de la máquina. El hombre se parece cada vez más a la máquina.
La interacción permanente con la máquina nos hace dependientes de ésta. Pasamos a ser sus esclavos. Las formas de evasión debidas a la monotonía y al aburrimiento inducidos (por el sistema) y auto-inducidos son cada vez más, canalizadas por el entretenimiento e Internet. El indivduo está cansado de la sociedad y ésta de aquel. El nivel de tolerancia cada vez es menor, es decir, a medida que pasa el tiempo se nos hace más difícil soportarnos. Internet ofrece una vía aséptica en la que estamos a gusto con nosotros mismos.
El incremento del paro provoca todo tipo de estados patológicos, desde neurósis hasta depresión que deben ser tratados o con fármacos (drogas legales) o con otro tipo de substancias que equilibren nuestro estado emocional.
La Red actúa también como una droga que nos proporciona estabilidad, por lo tanto nos acaba sumergiendo en un estado catatónico de díficil solución si no hay más interacción con el prójimo. La cura debería ser la relación, pero una relación sana en toda su dimensión.
domingo, 10 de diciembre de 2017
Los estatistas no son demócratas.
Los estatistas no pueden ser a la vez demócratas. Dejan que la autoridad les legisle la vida. Creen en la jerárquía y por lo tanto en el Poder. Prefieren la seguridad antes que la libertad. Son Hobbesianos al seguir afirmando que; ·"el hombre es un lobo para el hombre". No hay posibilidad de que cambien porque ellos mismos se cierran la puerta, sólo necesitan la aprobación de la autoridad que ellos llaman competente y una mayoría que les secunde para consolidarse en el auto-engaño inducido.
En cierta medida para muchos de los estatistas no hay engaño que provenga desde las altas esferas, sino más bien un aprobación del sistema de dominación que se va fortaleciendo con sus auto-engaños y su delegación de la responsabilidad que les compete en un principio como individuos libres ante la sociedad. El engaño se produce sólo cuando el individuo tiene la necesidad de ser engañado. Este seria el caso de aquel que ya no le queda ni pizca de conciencia.
En cierta medida para muchos de los estatistas no hay engaño que provenga desde las altas esferas, sino más bien un aprobación del sistema de dominación que se va fortaleciendo con sus auto-engaños y su delegación de la responsabilidad que les compete en un principio como individuos libres ante la sociedad. El engaño se produce sólo cuando el individuo tiene la necesidad de ser engañado. Este seria el caso de aquel que ya no le queda ni pizca de conciencia.
viernes, 8 de diciembre de 2017
Sobre la élite de poder.
La existencia de una élite en el Poder no implica la exención de responsabilidad, sino antes bien un amparo que la difumina y la legitima en -y ante- una inmensa mayoría para camuflarla como algo consustancial al ser humano y a la sociedad. Es por esa misma ausencia de libertad que una inmensa mayoría delega sus vidas a una élite entronizada en el Poder para eximirles de toda culpa y convertirlas a sus ojos en inocentes de todos los estados de corrupción que se dan en la sociedad.
jueves, 7 de diciembre de 2017
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
Bien pensado si se medita bien la pregunta de qué fue primero si la gallina o el huevo resulta ser una absurdo. Porque tanto huevo y gallina son causa y efecto de un animal en concreto. Sin gallina no habría habido huevo y sin huevo tampoco existiría la gallina.
Por ese motivo tanto la existencia de explotados como de explotadores o dominadores o dominados no responden a ninguna causa inicial que explique el fenómeno tal como sucedio en realdiad a no ser que se dieran otros condicionantes psicológicos como la obediencia, la persuasión, la intimidación o la represión o una mezcla variada de todas éstas.
Por lo tanto el fenómeno de la acumulación que dio origen a la riqueza no se podría haber dado sin que antes hubiera habido un explotador y un explotado. Vemos como el explotador y el explotado correspoden en su conjunto y al mismo tiempo al fenómeno de causa y efecto.
No fue primero el explotador, la causa que dio origen al explotado sino que las dos contrapartes se retroalimentaron al mismo tiempo para dar cabida al fenómeno de la explotación del hombre por el hombre.
El Capitalismo es patológico.
El Capitalismo es aquel enfermo terminal que espera una cura de los avances científicos y cree ciegamente en ella, sin embargo,si hay cura y llega a tiempo, aparece al cabo de poco otra enfermedad incurable que precisa de un nuevo remedio.
miércoles, 6 de diciembre de 2017
"Montenegro eller Pärlor och Svin", "Montenegro o Perlas y Cerdos" - Dusan Makavejev.
La pasión y el placer de vivir.
Tragicomedia mordaz sobre la sociedad capitalista. Makavejev enfrenta dos mundos irreconciliables en cuanto a valores espirituales y materiales para desarrollar una trama de amor y pasión concebida para hacer una crítica al modo de vida alienante que vivimos.
Tragicomedia mordaz sobre la sociedad capitalista. Makavejev enfrenta dos mundos irreconciliables en cuanto a valores espirituales y materiales para desarrollar una trama de amor y pasión concebida para hacer una crítica al modo de vida alienante que vivimos.
lunes, 4 de diciembre de 2017
El pensamiento diabólico.
Si lo que divide es lo diabólico, la fuente de división es el pensamiento. Hay que superar el pensamiento divisivo. Transformarlo en pensamiento holístico.
La división genera desorden y conflictos. De ahí la sesntencia "divide y venecerás". En una guerra quien divide más, acaba ganando. A sociedades más divididas, sociedades más jerárquicas y por lo tanto más autoritarias y totalitarias.
La causa del autoritarismo es la división de la sociedad en clases. La ideología en este contexto es divisiva, los partidos son su efecto. Quien funda la jerarquía, funda el Poder.
No puede haber solidaridad y empatía en una sociedad jerárquica. Quien acepta el autoritarismo se acaba haciendo cómplice de su verdugo. Ya no hay diferencia alguna entre víctima y verdugo. Tanto el uno como otro se necesitan para retroalimentarse continuamente y darle un sentido a la vida.
La obedencia es el castigo al sometimiento y viciversa. Sin obediencia no habrían ni victimas ni verdugos. La obediencia es la causa de la violencia, la víctima al obedecer al verdugo se hace cómplice de la violencia. Sin quererlo aquella también es causa y efecto de la violencia. Conclusión; no se puede tolerar lo intolerable.
domingo, 3 de diciembre de 2017
Confederac.ió, un espacio de encuentro para amantes de la libertad
Confederac.ió nace con el objetivo de ayudar a amantes de la libertad a actuar con fuerza. Queremos crear un espacio que despierte conciencias, que mobilize personas, que refuerce grupos, que conecte redes. La idea surgió en forma de propuesta hace un mes, y hoy ya es una web operativa en fase alfa. Os invitamos a compartir preguntas, invitaciones a la acción, información sobre temas y organizaciones afines...
Confederac.ió ofrece una infraestructura libre, un espacio multilingüe donde el machismo, la homofobia, la xenofobia y otros comportamientos agresivos no tienen cabida. El espacio está organizado en áreas de encuentro, toma de conciencia, movilización y activismo a largo plazo. Confederac.ió no es una incubadora de proyectos ni una fuente de información. Queremos promover y ayudar a colectivos y proyectos existentes, no hacerles la competencia creando nuevos.
Confederac.ió da la bienvenida a personas guiadas por la simplicidad, la autonomía, la cooperación y la descentralización. A personas que apliquen menos ego y más naturaleza en los pequeños y grandes problemas. A personas que aspiren a la felicidad para todas. Somos conscientes de que las personas que ya están metidas enb alguna organización van muy liadas y lo último que quieren es un canal más. El público que vamos a buscar es aquél que destina mucha atención a seguir la agenda mediática y a participar en las denominadas "redes sociales" comerciales, el público que busca pero no encuentra maneras de actuar más allá del "me gusta", la manifestación y el voto.
Hay mucha gente que ha perdido la confianza en el capitalismo, la democracia de partidos y los medios de comunicación de masas, pero sigue enganchada y busca alternativas. Hay muchas organizaciones y medios especializados que están trabajando en estas alternativas y que se esfuerzan en conseguir una masa crítica de participación. Unas y otras se buscan en la redes sociales comerciales, en medio de un ruido inmenso, contribuyendo sin querer a la desmovilización y al poder de productos ultracapitalistas y de control social de última generación.
Esperamos que Confederac.ió aporte su granito de arena en la articulación de acciones con una fuerza creciente. Os invitamos a echarle una ojeada y a participar.