lunes, 4 de diciembre de 2017
El pensamiento diabólico.
Si lo que divide es lo diabólico, la fuente de división es el pensamiento. Hay que superar el pensamiento divisivo. Transformarlo en pensamiento holístico.
La división genera desorden y conflictos. De ahí la sesntencia "divide y venecerás". En una guerra quien divide más, acaba ganando. A sociedades más divididas, sociedades más jerárquicas y por lo tanto más autoritarias y totalitarias.
La causa del autoritarismo es la división de la sociedad en clases. La ideología en este contexto es divisiva, los partidos son su efecto. Quien funda la jerarquía, funda el Poder.
No puede haber solidaridad y empatía en una sociedad jerárquica. Quien acepta el autoritarismo se acaba haciendo cómplice de su verdugo. Ya no hay diferencia alguna entre víctima y verdugo. Tanto el uno como otro se necesitan para retroalimentarse continuamente y darle un sentido a la vida.
La obedencia es el castigo al sometimiento y viciversa. Sin obediencia no habrían ni victimas ni verdugos. La obediencia es la causa de la violencia, la víctima al obedecer al verdugo se hace cómplice de la violencia. Sin quererlo aquella también es causa y efecto de la violencia. Conclusión; no se puede tolerar lo intolerable.
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