viernes, 27 de enero de 2017

Pressentiments.









La enseñanza fundamental de la sociedad es la mentira camuflada de eufemismos y sofismas, de esta forma se perpetúa el auto-engaño para poder sobrevivir.

Efectivamente, el Estado sirve al Capital, no lo regula y no lo hará nunca porque en el fondo son las dos caras de una misma moneda. Lo que regula el Estado es el dinero público vía impuestos para administrar y financiar las instituciones estatales.

El miedo paraliza y censura. La seguridad vigila y controla. El miedo precisa seguridad. La sociedad del miedo es la sociedad de la seguridad y por lo tanto la sociedad de la auto-censura y la auto-vigilancia.

Cuando el miedo desaparezca se habrá acabado también la voluntad de poder, la seguridad y el sufrimiento.

La sobreinformación es un constante desvío del centro de atención, de manera que la falta de atención genera confusión, y un estado de confusión posibilita la manipulación.

La patria o el Estado necesita de necios que sólo sepan obedecer.

El obediente es un inconsciente y sumiso que ya no le queda libertad para decidir lo que pensar y hacer.

La obediencia es a la seguridad lo que la conciencia la libertad.

¡Qué sería de la Autoridad y del autor sin sus creyentes!

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