jueves, 8 de septiembre de 2016

Estado y seguridad.



La inversión y traslación que crea el Poder (Estado y Capital) o patriarcado en el terreno de la lucha entre sexos y trabajadores en general por la supervivencia, divide a la sociedad y refuerza el sistema de dominación.


El Estado ha mutilado y petrificado al movimiento obrero corrompiéndolo y disolviéndolo para absorberlo después en sus instituciones.

Que la vida implique conflicto y violencia no significa que la conciencia deba entrar también en un estado permanente de desequilibrio.

El Estado-nación fue creado para hacer una anti-nación, es decir, una sociedad sin identidad propia para que pudiera ser tutelada por un élite poder.


La vida en el sistema de dominación es obedecer afín de sobrevivir, sin embargo la conciencia puede liberarse de las circunstancias que impone la vida, desobedeciendo.

La búsqueda de la seguridad fomenta la voluntad de Poder y el control sobre el tiempo que determinan las circunstancias de la vida.


La seguridad es nuestro estimado carcelero que nos protege de la incertidumbre del futuro que conllevan el peligro de las amenazas, los delitos y los crímenes del prójimo.


La seguridad es nuestro centinela que vigila y nos vigila.


La seguridad es el opio de la sociedad.


La seguridad que fomenta la religión y la política es el narcótico espiritual para librarnos del miedo a la muerte y a la libertad.

2 comentarios:

  1. Buenas reflexiones. El Estado no hace más que imponer barreras que tenemos que superar día a día. Es otro transmisor de voluntad de las élites, y eso es lo que nos une.
    Salud!

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  2. Hay que intentar poner en evidencia todo lo que podamos al Poder en todas sus formas y manifestaciones, en eso estamos...

    Salut company!

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