Tengo problemas de conexión, así que quizá me haya perdido algún comentario donde lo diga, pero, limitándome a las partes que he oído, Forcades se queda corta: ella se refiere a que, debido a la alta capacidad de mutación del patógeno, las vacunas se quedan obsoletas, los anticuerpos no reconocen el antígeno y se produce el escape vacunal, ¿no? Vale, pero eso es válido en relación a las vacunas de adenovirus (la rusa, la china, etc.), que en los ensayos con animales en 2017 crearon cuadros de inmunopatología en diez de los once grupos estudiados. Siendo ya esta cuestión grave, el verdadero problema es que, en las vacunas ARNm (no en las de adenovirus) dicho ARN (extraño al organismo del inoculado) NO SE DEGRADA (a diferencia de lo que nos aseguraban), hay ya, de hecho, suficientes estudios sobre ello, de modo que, además de ser este ARN continuamente producido por nuestras células (en cuya memoria quedó grabada esa operación, que, en teoría, se repetirá indefinidamente), o lo que es lo mismo, de haberse integrado en nuestro ADN (que era precisamente lo que nos decían que nunca sucedería), que además de eso, digo, pasa al torrente sanguíneo (el "ancla" se suelta) y acaba llegando o rondando todos los órganos, los pulmones (provocando neumonías), los riñones (fallos renales), el corazón (miocarditis e infartos), el cerebro (derrames), etc. Esto ha sucedido ya en muchos casos (es lo que ha provocado, sólo en Europa, las 37.927 muertes que recoge EudraVigilante a 15 de enero del 22), porcentualmente pocos, claro (así y todo, 3.392.632 lesiones notificadas al margen de las 37.000 muertes), pero teniendo que dilucidarse si acabará tratándose de fenómenos marginales o de una tendencia general (en cuyo caso estaríamos hablando de un escenario catastrófico), siendo eso algo que sólo el tiempo nos aclarará (de ahí lo de las 50 semanas como plazo calculado en seres humanos para observar la situación en perspectiva). Habiéndose establecido el cálculo con los ratones, hurones y monos (todos ellos utilizados en los ensayos tanto para las vacunas gripales de adenovirus del 17 como de la fallida para el VIH) como referencia comparativa, el plazo se ha fijado en esas cincuenta semanas (un año aproximadamente). Si las "muertes repentinas" que en países como España están implicando un aumento de mortandad mensual de en torno a 3000 fallecidos "de más" se incrementaran a partir de mediados de marzo (en marzo del 21 comenzó la inoculación a gran escala por debajo de los ochenta), entonces tendríamos que prepararnos para lo peor. De no ser así, de llegar a junio sin cambios significativos, en teoría deberíamos sentir cierto alivio.
Pero que las vacunas han causado cientos de muertes (nos referimos únicamente a las reconocidas) y múltiples dolencias es un hecho (muertes, oficialmente, unas 350 a octubre del 21).
Es más, Astrazeneca se retiró porque, sobre todo en mujeres, cuyo sistema inmune es más fuerte, estaba causando episodios de trombosis (se cree que por el adenovirus de chimpancé que contiene). De hecho, en Brasil nunca fue autorizada, y allí los laboratorios (tras haberla analizado) concluyeron que los adenovirus estaban activos y era, por tanto, muy peligrosa la inoculación con esa vacuna. En los países escandinavos nunca se utilizó en menores de X.
Desde luego, España ha sido un alumno aventajado, dócil, modélico, para este ensayo clínico a gran escala.
Según la catedrática Albarracín ya auguraba hace un año un escenario catastrófico después de la incoulación masiva, sin embargo algunos la tacharon de exagerada al ver que después de la primera inoculación no se produjeron sus profecías, quizá un tanto apresuradas, pero todavía no se han visto los efectos adversos a medio y largo plazo.
EL pinguino debería estar haciendo magdalenas en un convento, en lugar de ganando pasta a base de engañar a la gente. Los virus no son patógenos, lo que pinchan no es una vacuna y lo peor es el propio sistema que nadie denuncia y lleva ahí desde siempre.
Y sin embargo, aún suponiendo que los virus tuvieran capacidad infectiva, ha llegado a la conclusión de que la enfermedad llamada Covito no se ha sido provocada por ningún virus. Con esto ya basta para desmontar esta supuesta pandemia.
Lobo, enlazando con tu primer comentario el otro día vi este vídeo en el que Almudena Zaragoza de "Biólogos por la verdad" se añade a la tesis de la nocividad por acumulación de las vacunas experimentales; https://www.bitchute.com/video/H3HXwbrqWSNU/
Sí, bueno, hemos entrecomillado mil veces lo de "vacuna", hablado de "inoculaciones", etc. Más allá de su significante, se entiende su significado en el contexto. Hay no obstante quien estando en contra de este experimento sí las considera vacunas y no por ello les niega su peligrosidad y/o potencial mortífero (conozco a varios). En todo caso yo uso "inoculaciones" (salvo despiste, de tanto repetirme).
Al respecto de los efectos adversos, dejo este audio:
Y una anécdota: hablando ayer por teléfono me dieron noticias de una señora (que vive en Madrid) a la que conozco desde hace muchos años (es familia lejana). Tendrá unos sesenta. Hace meses, un día, fue incapaz de levantarse de la cama, de dar siquiera signos de vida, mientras su marido, desesperado, intentaba reanimarla. Al parecer, ella estaba consciente, pero no conseguía articular un miembro. Había dormido 18 horas seguidas. Fue al hospital (a Puerta de Hierro) y el que la atendió le dijo que lo suyo era psicosomático, que fuera al psiquiatra (tal cual). No lo hizo, consultó a otro médico, y está a la espera de los resultados de las pruebas neurológicas (por cierto, su padre era neurólogo) que le han venido haciendo durante los dos últimos meses. Hay que decir que el episodio no fue algo puntual: se repitió unas cuantas veces más (sueño profundo durante horas, incapacidad para despertar y letargo posterior). Ella misma, según me contaron ayer, dice que "ha sido por la vacuna". ¿Qué pasa? Que esta mujer arrastra desde la juventud problemas de salud (sufre una enfermedad degenerativa) y, por tanto, lo que le esté sucediendo y pueda suceder será oficialmente consecuencia de ello. Lógicamente, yo no conozco la causa, ni tengo los conocimientos como para pronunciarme, más allá de señalar la coincidencia (tercera dosis-> "letargo"), pero el caso es que es ella la que lo asocia a la "vacuna".
A mi me da que los efectos adversos por las inoculaciones lo van a tratar de ocultar y minimizar todo lo posible, mientras no se pueda comprobar la causa-efecto van a seguir con esta estrategia, a no ser que al final se descubra de alguna u otra manera.
Tengo problemas de conexión, así que quizá me haya perdido algún comentario donde lo diga, pero, limitándome a las partes que he oído, Forcades se queda corta: ella se refiere a que, debido a la alta capacidad de mutación del patógeno, las vacunas se quedan obsoletas, los anticuerpos no reconocen el antígeno y se produce el escape vacunal, ¿no? Vale, pero eso es válido en relación a las vacunas de adenovirus (la rusa, la china, etc.), que en los ensayos con animales en 2017 crearon cuadros de inmunopatología en diez de los once grupos estudiados. Siendo ya esta cuestión grave, el verdadero problema es que, en las vacunas ARNm (no en las de adenovirus) dicho ARN (extraño al organismo del inoculado) NO SE DEGRADA (a diferencia de lo que nos aseguraban), hay ya, de hecho, suficientes estudios sobre ello, de modo que, además de ser este ARN continuamente producido por nuestras células (en cuya memoria quedó grabada esa operación, que, en teoría, se repetirá indefinidamente), o lo que es lo mismo, de haberse integrado en nuestro ADN (que era precisamente lo que nos decían que nunca sucedería), que además de eso, digo, pasa al torrente sanguíneo (el "ancla" se suelta) y acaba llegando o rondando todos los órganos, los pulmones (provocando neumonías), los riñones (fallos renales), el corazón (miocarditis e infartos), el cerebro (derrames), etc. Esto ha sucedido ya en muchos casos (es lo que ha provocado, sólo en Europa, las 37.927 muertes que recoge EudraVigilante a 15 de enero del 22), porcentualmente pocos, claro (así y todo, 3.392.632 lesiones notificadas al margen de las 37.000 muertes), pero teniendo que dilucidarse si acabará tratándose de fenómenos marginales o de una tendencia general (en cuyo caso estaríamos hablando de un escenario catastrófico), siendo eso algo que sólo el tiempo nos aclarará (de ahí lo de las 50 semanas como plazo calculado en seres humanos para observar la situación en perspectiva). Habiéndose establecido el cálculo con los ratones, hurones y monos (todos ellos utilizados en los ensayos tanto para las vacunas gripales de adenovirus del 17 como de la fallida para el VIH) como referencia comparativa, el plazo se ha fijado en esas cincuenta semanas (un año aproximadamente). Si las "muertes repentinas" que en países como España están implicando un aumento de mortandad mensual de en torno a 3000 fallecidos "de más" se incrementaran a partir de mediados de marzo (en marzo del 21 comenzó la inoculación a gran escala por debajo de los ochenta), entonces tendríamos que prepararnos para lo peor. De no ser así, de llegar a junio sin cambios significativos, en teoría deberíamos sentir cierto alivio.
ResponderEliminarEl lobo estepario
Pero que las vacunas han causado cientos de muertes (nos referimos únicamente a las reconocidas) y múltiples dolencias es un hecho (muertes, oficialmente, unas 350 a octubre del 21).
ResponderEliminarhttp://www.migueljara.com/2022/02/14/vivir-con-mielitis-transversa-tras-la-vacunacion-covid-19/
Es más, Astrazeneca se retiró porque, sobre todo en mujeres, cuyo sistema inmune es más fuerte, estaba causando episodios de trombosis (se cree que por el adenovirus de chimpancé que contiene). De hecho, en Brasil nunca fue autorizada, y allí los laboratorios (tras haberla analizado) concluyeron que los adenovirus estaban activos y era, por tanto, muy peligrosa la inoculación con esa vacuna. En los países escandinavos nunca se utilizó en menores de X.
Desde luego, España ha sido un alumno aventajado, dócil, modélico, para este ensayo clínico a gran escala.
El lobo estepario
Según la catedrática Albarracín ya auguraba hace un año un escenario catastrófico después de la incoulación masiva, sin embargo algunos la tacharon de exagerada al ver que después de la primera inoculación no se produjeron sus profecías, quizá un tanto apresuradas, pero todavía no se han visto los efectos adversos a medio y largo plazo.
ResponderEliminarEL pinguino debería estar haciendo magdalenas en un convento, en lugar de ganando pasta a base de engañar a la gente. Los virus no son patógenos, lo que pinchan no es una vacuna y lo peor es el propio sistema que nadie denuncia y lleva ahí desde siempre.
ResponderEliminarSalud!
Y sin embargo, aún suponiendo que los virus tuvieran capacidad infectiva, ha llegado a la conclusión de que la enfermedad llamada Covito no se ha sido provocada por ningún virus. Con esto ya basta para desmontar esta supuesta pandemia.
ResponderEliminarLobo, enlazando con tu primer comentario el otro día vi este vídeo en el que Almudena Zaragoza de "Biólogos por la verdad" se añade a la tesis de la nocividad por acumulación de las vacunas experimentales; https://www.bitchute.com/video/H3HXwbrqWSNU/
ResponderEliminar"lo que pinchan no es una vacuna"
ResponderEliminarSí, bueno, hemos entrecomillado mil veces lo de "vacuna", hablado de "inoculaciones", etc. Más allá de su significante, se entiende su significado en el contexto. Hay no obstante quien estando en contra de este experimento sí las considera vacunas y no por ello les niega su peligrosidad y/o potencial mortífero (conozco a varios). En todo caso yo uso "inoculaciones" (salvo despiste, de tanto repetirme).
Al respecto de los efectos adversos, dejo este audio:
https://afectadosporlasvacunas.com/
El lobo estepario
Y una anécdota: hablando ayer por teléfono me dieron noticias de una señora (que vive en Madrid) a la que conozco desde hace muchos años (es familia lejana). Tendrá unos sesenta. Hace meses, un día, fue incapaz de levantarse de la cama, de dar siquiera signos de vida, mientras su marido, desesperado, intentaba reanimarla. Al parecer, ella estaba consciente, pero no conseguía articular un miembro. Había dormido 18 horas seguidas. Fue al hospital (a Puerta de Hierro) y el que la atendió le dijo que lo suyo era psicosomático, que fuera al psiquiatra (tal cual). No lo hizo, consultó a otro médico, y está a la espera de los resultados de las pruebas neurológicas (por cierto, su padre era neurólogo) que le han venido haciendo durante los dos últimos meses. Hay que decir que el episodio no fue algo puntual: se repitió unas cuantas veces más (sueño profundo durante horas, incapacidad para despertar y letargo posterior). Ella misma, según me contaron ayer, dice que "ha sido por la vacuna". ¿Qué pasa? Que esta mujer arrastra desde la juventud problemas de salud (sufre una enfermedad degenerativa) y, por tanto, lo que le esté sucediendo y pueda suceder será oficialmente consecuencia de ello. Lógicamente, yo no conozco la causa, ni tengo los conocimientos como para pronunciarme, más allá de señalar la coincidencia (tercera dosis-> "letargo"), pero el caso es que es ella la que lo asocia a la "vacuna".
ResponderEliminarEl lobo estepario
A mi me da que los efectos adversos por las inoculaciones lo van a tratar de ocultar y minimizar todo lo posible, mientras no se pueda comprobar la causa-efecto van a seguir con esta estrategia, a no ser que al final se descubra de alguna u otra manera.
ResponderEliminar