De pandemias y guerras.

El fin de la "pandemia" es la guerra social, la consolidación y el fortalecimiento de la dominación por parte de los gobernantes hacia los gobernados de una forma cada vez más clara y totalitaria, nuestro enemigo ya no es sólo el compañero de trabajo que nos puede quitar el puesto sino el vecino o el viandante que nos puede infectar con un virus mortal. Por lo tanto la guerra se ha extendido al cuerpo social como una guerra de todos contra todos donde la desconfianza, el temor y el miedo son los pilares que rigen las normas y las leyes para el funcionamiento de la sociedad, es decir, y en último término, para la supervivencia de los más aptos o los más sumisos y obedientes al poder constituido que ejerce de forma despiadada y brutal el Estado.

Sin duda el engaño no es de ahora, ha sido la farsa del progreso lo que ha propiciado el que puedan confinar a millones de personas en sus casas y tomar las medidas que crean oportuno en cada momento, esta mentira creída por casi todos es la que sustenta el Sistema de dominación con sus avances científico-tecnológicos que nos reducen a ganado y que permiten un control y vigilancia inauditos hasta el día de hoy. Con la modernidad el Poder se ha totalizado, invadiendo todas las esferas del ser humano, tanto su vida privada como pública son constantemente fiscalizadas ejerciendo una presión a nivel económico, social y político nunca vistas en la historia de la humanidad.

"España" ya es una dictadura de facto, donde se están vulnerando las pocas libertades y derechos civiles que habían sin que la sociedad pueda articular una respuesta adecuada a la crisis del Sistema vigente que por medio del control de la opinión pública -a través de la propaganda- están generando un estado de pánico y confusión generalizado que debilita o directamente anula toda acción que intente contrarrestar la versión oficial del poder establecido que legitima el orden actual de las cosas con la realidad de los hechos que acontecen