El fin de la tecnología es el dominio y por lo tanto la deshumanización del hombre. La revolución tecnológica pone punto y final a los valores que habían adquirido las sociedades pre-modernas. La espiritualidad queda anulada en pos del materialismo impuesto desde el Poder y las relaciones sociales mutiladas y desfiguradas por los avances cientifico-tecnológicos.
La liberación de las fuerzas productivas impulsadas primero a través de la técnica (revolución industrial) y después con la revolución tecnológica (sin restricciones) ponen de manifiesto la contaminación y destrucción del medio ambiente con todos sus efectos concomitantes. Por añadidura la preservación de la Naturaleza no expuesta directamente a la actividad del hombre quedará en manos de Estados cada vez más totalitarios que intervendrán las zonas en forma de espacios protegidos y por lo tanto restringidos. Bañarse como pescar un río será una químera. Cazar en el bosque será delito. Acampar será tambien cosa del pasado. Y así, hasta que los espacios protegidos queden totalmente delimitados e inacesibles por el ciudadano de a pie.
Una gran reflexión. Tal vez por eso los anarquistas intuitivamente tengamos alergia a la tecnología. Si no te importa la publicaré en la tarcoteca.
ResponderEliminarSalud!
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EliminarSalud.