martes, 8 de enero de 2019

Sobre el tiempo.

El tiempo para el hombre moderno es basicamente dinero, es decir, producción y consumo (que se convierte en consumismo). No hay otra concepción del tiempo que no sea la material, invadiendo constantemente la esfera pública y privada del individuo y su vida. Lo espiritual queda reducido a las creencias religiosas, políticas y filosóficas que suelen servir de medio para la consecución de fines materiales. Se ha prostituido la espiritualidad en nombre del progreso, la modernización y el desarrollo económico. Ya no queda espacio para la convivencia sana, la psicología y la religión están al servicio del Capital y el Poder. Todo está contaminado por las relaciones de dominación ya sean económicas o afectivas.

2 comentarios:

  1. ¿Será por eso que decís que muchos decidimos vivir al margen de la sociedad, que con el tiempo decantamos en individualistas, nihilistas, amamos y protegemos nuestra soledad pero con la antorcha de la revolución libertaria siempre encendida? Será por esto que nos mantenemos puros y revolucionarios por que en los márgenes el sistema no se anima, pierde poder, es tierra de libres que no necesitamos nada del sistema, ninguna de sus artimañas resulta efectiva, ni su moral, ni sus religiones, ni sus leyes, ni sus elecciones, políticas, economía. Los márgenes y sus habitantes marcamos los límites del sistema, dentro de él, los infectados, los que no quieren ser libres, que se pudran. Salud cumpa.

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  2. Podríamos definirlo con la sentencia siguiente:si no quieres corromperte no ejerzas el poder bajo ningún concepto y en ninguna de sus manifestaciones. Porque el Poder se alimenta del poder, es decir, se retroalimenta a si mismo constantemente, como el fuego que lo devora todo.

    Salud cumpa.

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