sábado, 7 de julio de 2018

La esclavitud perfecta; insolidaridad, sumisión y conformismo.

La sociedad de la desesperanza es un producto conformado por seres neuróticos que no encuentran solución alguna a los problemas que ellos mismos han creado. Como para algunos una substancia es un veneno para otros la misma es una medicina, al no haber dos personas iguales tampoco hay soluciones colectivas. En primer lugar la solución a los conflictos por lo tanto es individual y no grupal o politica. La revolución es un acto psicológico o espiritual que atañe sólo al individuo, esperar soluciones políticas -por muy buenas que éstas sean- a los problemas de cada persona es un error.

La percepción de las cosas y los hechos desprende una negatividad y positividad según la perspectiva del observador. Así las interpretaciones son subjetivas dependiendo del lugar que ocupe el observador. La observación es objetiva cuando el observador se sitúa en la misma posición que lo observado, es decir, cuando no hay diferencia alguna en el espacio y el tiempo entre el observador y lo observado.

La sociedad de la supervivencia impone un modo de vida cada vez más precario, así las relaciones son también más superficiales y banales como el trabajo temporal que deben tener una seguridad en las instituciones del Estado para que la sociedad no pueda colapsar y entrar en una fase de guerra (abierta) permanente.

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