lunes, 23 de abril de 2018

Seguridad y jerarquía.

La inseguridad hace que la sociedad busque el orden en la jerarquía. La jerarquía crea las clases sociales y fomenta la desunión. Se sacrifica la igualdad en aras de la seguridad. El Poder es el garante de la organización social y somete a los individuos en una guerra permanente por la supervivencia.

9 comentarios:

  1. Sin jerarquía no puede haber explotación ni expropiación, que son dos constantes en la dinámica humana desde la consolidación del Estado-Bandido en la época de las primeras tribus sedentarias.

    Inseguridad = necesidad de protección = establecimiento y consolidación de la jerarquía.

    Pero esa inseguridad se ha alimentado siempre por interés de los esquilmadores, desde el Estado-Pastor primigenio hasta el Estado-Policial actual. Las tácticas originales fueron idénticas a las que caracterizarían un día a la mafia: sembrar inseguridad para vender protección (el precio: la sumisión) y las actuales, más sofisticadas, no difieren demasiado: creación o financiación de enemigos internos y externos que representen el "caos" que supuestamente nos esperaría a todos en una sociedad sin Estado para, así, justificar un orden cada vez más represivo.

    ¿Libertad? ¿Quién quiere eso? Basta un poco de alpiste y el saber que ahí están nuestros "representantes" para agradecer el poder vivir en el mejor de los mundos posibles.

    C

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  2. Мe equivoqué en la firma, es "Михаил Бакунин". Bueno, navegaré con este perfil cuando ande por aquí por la meseta.

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  3. Sin embargo la necesidad y la existencia del Estado está justificada por la desconfianza y el miedo de la sociedad en general, es decir, casi toda, incluyendo a muchos que se auto-denominan libertarios. El Estado al fin y al cabo son los especialistas que nos dirigen. Aquí también se desmoronan todas las teorías de la conspiración que ven sólo a una élite económica mandando a los Estados y por lo tanto controlando toda la superestructura. Hay quien me dijo una vez que sí, que la élite de poder era sólo la económica -multinacionales y bancos- y que ésta tenía en nómina a los ejércitos más poderesos del mundo, la columna vertebral de los Estados. Para hacer esas afirmaciones se tendría que demostrar primero. No obstante (los conspiracionistas) siguen de todas formas justificando el Estado.

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  4. Ahora estoy leyendo "La casa de la guerra", un tochaco en el que se examina la creación del pentágono y se da un repaso a toda su historia incluyendo la II Guerra Mundial.

    https://www.casadellibro.com/libro-la-casa-de-la-guerra-historia-secreta-del-pentagono/9788484328483/1108022

    https://www.portaloaca.com/articulos/antimilitarismo/13600-tres-lecturas-necesarias.html

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  5. En toco caso, Albert, hoy el Estado es más que la superestructura jurídico-política y sus servidores, vigías y represores varios. No me estoy refiriendo al lado positivo de los Estados contemporáneos en Europa, o mejor dicho, al reciente "Estado de bienestar" (educación universal, sanidad, subsidios...), sino a que hoy el control del Estado sobre sus súbditos no se limita a esa superestructura. Está la otra superestructura, en términos gramscianos, es decir, esos poderes externos al Estado que colaboran con la élite en la aplicación del propio poder. Especialmente tenemos a los medios de comunicación, que debido a la progresiva centralización económica son cada día menos libres. En otras palabras, que la labor de alienación que antaño compaginaban Estado e Iglesia se la reparten hoy Estado y medios, publicidad, etc. Hoy somos súbditos del Estado-corporación, una alianza natural (de acuerdo a la evolución lógica del capitalismo) donde intereses públicos (oligarquía en el Estado) y privados (gran capital) dictan el rumbo del mundo, que sigue incluyendo expolio mediante la usura (más institucionalizada que nunca), explotación, guerra, etc.

    Yo estoy leyendo novelas. La última 'Declaración de un vencido', de Sawa, una de esas obras naturalistas/decadentistas donde no se ahorran críticas a un país de mierda. Cuenta (en 1ª p., y situándonos en el último tercio del siglo XIX) la historia de un adolescente que aspira a ser periodista y escritor y se traslada de Cádiz a Madrid, donde no experimenta más que desengaños.

    Y voy a recoger esta misma tarde "Las extraordinarias aventuras de Julio Jurenito y sus discípulos":

    https://www.casadellibro.com/libro-julio-jurenito/9788494027987/2075296

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  6. "Aquí también se desmoronan todas las teorías de la conspiración que ven sólo a una élite económica mandando a los Estados y por lo tanto controlando toda la superestructura."

    Bueno, las conspiraciones siempre han existido, son consustanciales a la especie, pero ciertas teorías conspirativas que reducen el poder a una alianza secreta entre miembros de una oscura élite y exculpan al "pueblo" de su responsabilidad o connivencia son casi cómicas a estas alturas.

    Lo que llamamos "el pueblo" es responsable por connivencia o cobardía con los poderes establecidos que degeneran hasta la opresión, el genocidio, etc. Lo son también de haber apoyado al poder en su persecución de los disidentes (el propio Jesucristo, en cuya existencia yo no creo, pero que tiene un gran valor simbólico, es un ejemplo de cómo la plebe lincha a quien cuestiona el "sistema").

    Tomemos, por ejemplo, la historia desde España (incluso desde antes de que fuese "España"): la rebelión de los irmandiños reprimida, lo mismo la de los comuneros castellanos, la de los catalanes en el XVII (els segadors), los liberales durante la década ominosa ya en el XIX, la I República, la II República... Todos los intentos de progreso y justicia que se han sucedido en "España" (desde dentro o fuera de las instituciones: recordemos los episodios de autogestión libertaria) han sido reprimidos o aplastados con la connivencia y aplauso de parte del pueblo español.

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  7. ¿Qué "parte" del pueblo español? La "tradicionalista", después "nacional-católica", hoy lo que se señala como la "derecha", aunque excede sus límites (qué partido ha sostenido más el régimen actual que el PSOE)...

    Esta España tradicionalista (hoy autodenominada "constitucionalista") nace de la persecución Y/o expulsión de judíos y musulmanes, en una cruzada "católica" (la de Isabel y Fernando) que aspiraba ya a crear una entidad homogénea (y con ella una identidad) que, mal que les pese, no existe. Y haber seguido persiguiendo ese fantasma desde entonces (reprimiendo a todos los que se resistían a dejarse "homogeneizar" en los principios Dios-Patria-Rey: irmandiños, comuneros, vascos, catalanes, gallegos, republicanos, libertarios, antifascistas...) es lo que ha regado de sangre una y otra vez la piel de toro: desde la guerra entre Castilla y Portugal en el XV hasta la Guerra Civil Española en el XX.

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  8. El problema es que la gente no suele vincular el Sistema (Capitalismo) con el Estado. Se centran sólo en el aspecto económico y olvidan el resto. La cultura está al servicio del Poder como los medios de comunicación de masas y la educación. Por ese motivo lo estatal no es lo público propiamente dicho, como son las biblietecas públicas del Estado si entedemos que lo público debería ser lo gestionado por el pueblo o la sociedad, es decir, lo auto-gestionado, ya es una contradicción per-se.

    El Capitalismo es por lo tanto un sistema económico y social que dirige el Estado, y éste es el que gestiona y organiza los asuntos y las relaciones de la sociedad entre otras cosas públicas.

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  9. Sí, qué puedo decirte, sino que estoy de acuerdo.

    Ahora se le llama "capitalismo" únicamente a la forma más extrema de gestión "liberal" de la economía...

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