Todo tiene un precio; la libertad a cambio de seguridad.
Es fácil auto-engañarse cuando uno no se conoce a si mismo. Se pierde la individualidad y por lo tanto ésta se subordina a las directrices de la autoridad y a las conveniencias sociales que le dan legitmidad a la dominación a través de la adaptación al Sistema para encubrir la falta de responsabilidad a cambio de cierta seguridad que nunca pueda ser absoluta.
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