jueves, 1 de marzo de 2018

Estado y medios de comunicación de masas.

La lógica capitalista; la sociedad de consumo se emborracha con su propia miseria -espiritual- haciendo a los ricos cada vez más ricos y a los pobres cada vez más pobres.

El éxito del Capitalismo tuvo como uno de los principios fundamentales la propiedad privada. No se puede entender la penetración del Capitalismo -como religión- sin la sacralización de la vida privada en el espíritu del hombre moderno y la ganancia en base a la acumulación de bienes y dinero como modus-vivendi.

El fin del Estado es fiscalizar la vida de sus súbditos en nombre de su seguridad para beneficio de una minoría privilegiada que la manipula a su antojo

A falta de una creencia espiritual consolidada basada en la igualdad y la fraternidad, el hombre ha inventado una creencia material que satisficiera sus deseos de poder y riqueza sobre los demás.

El control de la opinión pública por medio de monotorización de la red sirve para legitimar la leyes del Estado a través del consenso de la vox populi.

Las corrientes de pensamiento (opinión pública) son modificadas constantemente por la relevancia de los acontecimientos emitidos por los medios de comunicación de masas que influyen de forma determinante en la voluntad de la sociedad según las características del individuo (gustos, opiniones, tendencias, creencias, ideologías) a partir del consenso de la mayoría. Así la vox populi se convierte en la vox Dei que dictamina lo que es importante y por contra rechaza lo que estima irrelevante en cada momento para la organización de la sociedad.

El futuro de la sociedad se determina según la previsivilidad del pensamiento de la mayoría a partir de la trascendencia de los acontecimientos propagandísticos que emiten de forma repetitiva y continua los medios de comunicación de masas para crear consenso y así poder influir decisivamente en la voluntad del público a través de la persuasión y el engaño.


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