El motor del mundo puede ser el amor o el odio. Es sólo una elección la fuerza que lo movera en un sentido u otro. (Es un trampa decir que son el amor y el odio conjuntamente o alterándose la potencia que dirije el mundo para justificar el status-qüo. Los hechos son los que determinan la realidad)
Es fácil reconocer el éxito de la tecnología (en especial internet) en una sociedad de individuos atomizados y aislados unos de otros.
La no violencia es una quimera que responde a un ideal de justicia que no existe. (Sería como decir que también existe el no sexo. No pueden existir los dos conceptos como contrapuestos. Mas teniendo en cuenta que la vida se funda y desarrolla en la violencia como razón de ser).
La violencia sólo se puede diluir cuando hay una percepción clara y concisa de su naturaleza y de las causas que la originan.
Sólo se pueden establacer vínculos fuertes si no se forman imágenes del prójimo. Éstas se crean de manera "inconsciente" y automática constantemente rompiendo el vínculo con el otro. El pensamiento diabólico fomenta la división y por lo tanto el conflicto.
El individuo es una mercancia; la imágen es lo que prevalece en el sistema capitalista, cuando ésta desaparece y es inproductiva pierde todo su valor
Los juicios crean imágenes ilusorias del prójimo.
No se pueden establecer vínculos profundos sin que antes uno no se conozca a si mismo.
La sociedad tecnológica pretende crear una segunda "naturaleza" que nos salvará de todos los males y aflicciones hasta ahora padecidos, eso si, no dice el precio que habrá que pagar por ese nuevo mundo y las condiciones sociales que conllevará ese modus-vivendi.
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