lunes, 12 de junio de 2017
Pressemtiments.
El gesto más radical del rebelde contra el autoritarismo es la desobediencia, paradigma de la libertad y la negación ante la voluntad de poder que se impone, se consiente, se afirma y reafirma en la sociedad de la dominación como conformismo que otorga seguridad espiritual y material para elevar el Ego del individuo mediocre.
La diplomacia es la moneda de cambio que utiliza la sociedad para encubrir la hipocresía en la que (se) vive cuando no puede ser honesta.
La manipulación se hace más efectiva cuando uno está cansado, estresado o depresivo porque disminuye la atención, en este contexto la ansiedad producida por el estrés y el agotamiento del trabajo asalariado debilitan las facultades psicológicas de la observación y la meditación del individuo, fomentando de esta forma la evasión por medio del consumo (control del sistema) del hastío y la fatiga que nos provoca el trabajo alienado o la falta del mismo.
El poder es la consecuencia del miedo a la libertad.
La seguridad es a la mediocridad lo que la libertad es a la dignidad.
Quien se hace esclavo del miedo antepone la seguridad a la libertad.
La vida se convierte en un lucha cuando hay que sobrevivir o competir, es decir, en última instancia ser violento. La vida no tiene porque ser una guerra constante (de todos contra todos) por la supervivencia.
¿Podríamos empezar a vivir si dejaramos de luchar?
El amor por la Justicia nos hará libres.
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