viernes, 5 de mayo de 2017
Pressentiments.
El anarquismo, es decir, el comunismo libertario se diluye en los anarquismos.
El respeto por la Autoridad es mediocridad.
La jerarquización de la sociedad determinó la explotación y la dominación.
La creación del ejército perfeccionó y fortaleció el sistema de dominación implantando una organización social basada en un aparato de administración burocrático que origonó el Estado y sus instituciones coercitivas de control y poder sobre la sociedad.
La conciencia reside más en la observación del presente que en el conocimiento o pensamiento basado en la experiencia del pasado.
El auto-engaño de sentirse realizada con el trabajo asalariado viene precedida por una voluntad de poder y por lo tanto del ser, ser algo para no sentirse minusvalorada en la sociedad de la competencia, el odio, la violencia, y el consumo. La subordinación a cambio de cuotas de poder y en último caso para la supervivencia del más apto.
La voluntad de poder nace de la ausencia de auto-estima, para posteriormente edificarse en el dominio sobre el otro o en el desprecio y el odio cuando no se le puede someter, dando sentido de esta manera a una vida vacia que necesita camuflarse constantemente de distintas formas de poder como la principal fuerza motriz en la que se asienta el individuo y la sociedad.
La doble moral es el mecanismo perfecto por el cual se puede justificar el Yo ante la hipocresía reinante en la que se sustenta el sistema de dominación.
No somos dueños del tiempo, sólo parte de él.
En la sociedad de la dominación el Yo se forja en la imagen que cada individuo proyecta al exterior en base a sus capacidades y características intrínsecas para poder competir con el otro y anularlo, la astucia suplanta a la inteligencia creando seres mediocres desprovistos de amor, la fuerza motriz es el pensamiento y no el sentimiento.
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