viernes, 27 de noviembre de 2015
Sentencias.
Vivir engañado se ha convertido en una religión sagrada, un acto de fe y de complacencia que no va más allá de la mera supervivencia.
Es un hecho nefasto la jerarquización de la sociedad, en esta coyuntura, la voluntad de poder, es el objetivo del individuo para someter al prójimo.
Se hace necesaria una revolución estrictamente psicológica en el individuo para que pueda darse una revolución social, el planteamiento o proyecto de una revolución social que no haya interiorizado en una mayoría de los miembros de la sociedad un profundo cambio espiritual se verá irremediablemente abocado al fracaso como ha venido sucediendo a lo largo de la historia.
Donde impera la miseria moral y ética, el odio y la violencia se convierten en moneda de cambio.
La decadencia espiritual es la consecuencia de una apariencia que toma forma de imagen cosificada.
Hay que ir más allá del placer y el sufrimiento para sentirnos realizados.
Hay gente que descubre la mentira en la que vive tan tarde, que ya se niega a aceptarla porque eso implica: o abandonar su modo de vida y renunciar a toda la mentira que supone su existencia hasta ese momento, o admitir que todo es un montaje pero le conviene aceptarlo para no renunciar a lo que haya conseguido hasta entonces, esto sobre todo entre la mayor parte de aquellos que se sienten esclavos privilegiados.
ResponderEliminarSaludos.
Estos son los que caen en el autoengaño y se aferran a lo que han conseguido, de todos modos pagan un precio también muy alto, dejan de esta manera de ser para sólo tener, la posesión les hace dependientes y esclavos aunque privilegiados, esclavos a fin de cuentas. Entre estos está la clase trabajadora que se aspira o se cree burguesa.
ResponderEliminarSalut!
Por cierto he descubierto algo que quizá te interese, a raíz de una cita de Anton Pannekoek: "La democracia, dicen, es el gobierno del pueblo. Pero el pueblo no existe, sólo existen las clases"
ResponderEliminarY entonces busqué el significado de "pueblo" según el diccionario etimológico chileno, y vi que provenía de populos: "conjunto de jóvenes capaces de llevar armas, con voto, pero no con capacidad de gobierno"
http://etimologias.dechile.net/?pueblo
Esto explicaría muchas cosas, entre otras, la infantilización y la irresponsabilidad de la inmensa mayoría sociedad de la que somos en principio víctimas por parte del sistema y después con nuestro consentimiento.
El pueblo como tal entonces sería una clase (evidentemente inferior) a la que dominar, es decir, no sería una sociedad, podríamos decir que ha sido un "termino inventado" por algún listillo...
Carne de cañón a la que se le concede la ilusión de creer que decide su destino colectivo, me recuerda a lo que era un "ciudadano" en starship troopers.
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