"Se quiera o no, desde 1789 una especie de constante de las revoluciones: cada vez que se termina una revolución, el Estado sale de ella crecido, mejor organizado, más eficaz y abarca más campos de intervención. Ello se ha producido regularmente, a pesar de que la revolución se desencadenara contra el Estado mismo y con vistas a reducirlo. Hay aquí una cuestión de hecho que es imposible eludir en nombre de teorías. 1789 lleva el establecimiento del Estado napoleónico; 1848, al crecimiento de este Estado (y no solamente Napoleón III: ya las instituciones de la República eran muchos más autoritarias que las de la Monarquía de julio).
Las revoluciones alemanas posteriores a 1848 (entre 1848 y 1860) conducen a la instauración del Estado bismarkiano. La revolución de 1917 crea el verdadero Estado ruso (infinitamente más totalitario que el Estado zarista).
La revolución desemboca en la dictadura; la revolución de izquierda italiana de 1919-1920 trae a Mussolini. La revolución hitleriana crea un nuevo tipo de Estado más totalitario todavía. Y se puede proseguir para las revoluciones posteriores a 1944."
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