martes, 13 de noviembre de 2012

Sobre el ilustre historiador Jaume Vicens i Vives

Recopilación de textos y notas escritos por Jaume Vicens i Vives.
 Les dejo algunos textos del gran historiador Jaume Vicens i Vives.

¿Quién era Jaume Vicens i Vives?




Jaume Vicens Vives (Girona, España, 6 de junio de 19101Lyon, Francia, 28 de junio de 19602 ) fue un historiador catalán y maestro de historiadores. Tras una tesis doctoral (Ferran II i la ciutat de Barcelona) que presenta en los primeros años de la guerra civil española (1936-1937), su área de estudio se centró en la Cataluña de la Baja Edad Media, para acabar siendo considerado como principal autoridad en la historia económica y social, lo que en los primeros años del franquismo era una excepción dentro del panorama de la universidad española, en un momento en que parte de los intelectuales estaban en el exilio.
Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Barcelona desde 1940, convirtió su departamento en un punto de inserción de la historiografía española con las nuevas corrientes historiográficas europeas, en particular la Escuela de Annales, a partir de su presencia al IX Congreso de Ciencias Históricas de París (1950). Crea el Centro de Estudios de Historia Internacional (1949), la revista Estudios de Historia Moderna y el Índice Histórico Español (1953), instrumento imprescindible para la normalización del trabajo historiográfico. Entre sus discípulos se encontraban Mario Hernández Sánchez-Barba, Jordi Nadal, Joan Reglà, Emili Giralt, Pedro Voltes, Josep Fontana o Juan Mercader.



 

Jaume Vicens i Vives sobre el anarquismo:

 "el anarquismo era un producto suburbial de lecturas mal digeridas en los ateneos obreros, y un ejemplo de la mala conformación de la educación de un pueblo"-  "Ramón Vila, el darrer maqui català"- Josep Clara.


"Noticia de Catalunya (1954)"

  «No hay cultura posible sin una minoría selecta que constituya la osamenta; no
hay política posible sin un grupo que la haya concebido y que la realice. todos los
pensadores actuales están de acuerdo en estos dos principios sociológicos. la democratización
absoluta del pensamiento, del arte, de la riqueza y de la política es una utopía, como lo ha
manifiesto, de manera brillante, el ejemplo de la Unión Soviética (...).
Toda minoría creadora triunfante se convierte con los años en oligarquía. las
oligarquías han sido menospreciadas, porque durante todo el proceso de regeneración social, económico ypolítico sufre una dura crítica. De hecho, no hay posibilidad de cultura o de vida política yeconómica sin la existencia de un grupo humano que comprenda los objetivos que debe alcanzar la sociedad que gobierna o dirige. Las oligarquías son, pues, necesarias y pueden
adquirir una cierta consistencia y una cierta duración. Esto depende de la amplitud de su
reclutamiento, de la importancia práctica de su acción y del consentimiento que hayan sabido
o podido crearse. Pero  también es una fatalalidad que toda oligarquía degenere en una pura maquinaria intelectual, en un rígido aparato administrativo. Los grupos oligárquicos se adelgazan y su poder se concentra: así se separan cada vez más de la sociedad, a la que gobiernan
por su utilidad propia, a la que hacen sentir el dogal de unos mitos que ya no son compartidos.
En esta última fase se prepara el cambio de selecciones sociales: a la oligarquía
degenerada sucederá la nueva minoría creadora, y recomenzará el ciclo histórico que
permite rejuvenecer a los pueblos y las culturas ».

"Industriales y polítcicos" (1958)

«El espíritu del siglo fue, como acabamos de decir, adverso a las asociaciones obreras, porque
se consideraban contrarias a la libertad de trabajo. Pero también existió otro fundamento
que explica la actitud de los Gobiernos y de las clases dirigentes: el del orden público.
Pese a quien le pese, las sociedades de trabajadores se convertían en centros de agitación
social, porque su principal instrumento de acción, la huelga, perturbaba los plácidos horizontes de
los bienpensantes.

En Cataluña, el hecho de que los industriales se opusieran una sistemáticamente a admitir la existencia de sociedades obreras produjo la radicalización del
movimiento sindical, lanzando los operarios en manos de los extremistas, los miserables del
subproletariado. De aquí surgieron las nuevas y pujantes amenazas, de ahí mayores resistencias entre los burgueses, y finalmente el dominio del sindicalismo por el anarquismo cuando éste se propagó,con fórmulas sencillas y directas y su programa para darle la vuelta al mundo.
Otra característica del movimiento societario obrero del Ochocientos es su aparente intermitencia. Las sociedades aparecen un momento para ocultarse a continuación y reaparecer más tarde. De hecho, el proceso es uniforme. La intermitencia la producen los claros de libertad y de represión decretadas por los gobiernos sucesivos. Pero a cada período de libertad el sindicalismo se presenta con más adherentes y más consistencia; buena prueba de este acontecimiento lo tenemos en el que la masa social seguia trabajando en los años en que la ley lo perseguía duramente. Esta lección tampoco fue aprendida. Y así, a trancas y barrancas, fue fraguando en la tormenta social que había de estallar, necesariamente, matemáticamente, a principios del siglo XX ».

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