La inconsciencia es el producto del pensamiento del hombre que crea realidades virtuales fabricadas por él.
El engaño es la base que lleva a cabo el hombre inconsciente para justificar sus acciones. La manipulación en el discurso que se da a través del engaño sirve para adoctrinar e influenciar sobre las masas.
La inconsciencia individual impide la observación de la realidad, y sirve para poder manipular al hombre que queda atrapado en su mundo virtual, y por ende en el mundo que fabrican por ejemplo los medios de comunicación a través de la información.
El hombre inconsciente que esté sumergido en sus propios autoengaños será el más manipulable, porque es el que podrá justificar en base a sus pensamientos los engaños ajenos y por ende la realidad de los hechos y acontecimientos que se den en el mundo.
La creación del hombre inconsciente es la consecuencia de su pensamiento que se desarrolla en el entorno en el cual vive y que acaba alterando la percepción de la realidad exterior.
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