jueves, 12 de julio de 2012
De la sociedad de la compulsión a la sociedad de la manipulación.
El hombre en busca del placer inmediato y rápido, se olvida que el tiempo que gana en la obtención del deseo consumado se vuelve por lo general en su contra, porque en la mayoría de las ocasiones, el deseo reside en un apreciación subjetiva de la realidad que viene determinada por un estado de ánimo que por lo general también es subjetivo, el mundo psicológico del individuo determina la consecución de sus actos. La satisfacción del acto consumado sigue unas pautas determinadas, las costumbres dan buena fe de ello, la sociedad basada en el placer inmediato y rápido está sujeta a un patrón de pensamiento rápido que la imbuye a la no reflexión, es decir, la búsqueda principal en el deleite del Ego le obliga a no razonar las cosas, los porqués, el origen, sus consecuencias, etc, etc, no es de extrañar que nos puedan manipular en gran medida por los deseos en una sociedad que está basada en el “consumo”. La redefinición y el significado de la sociedad del consumo está en nuestras manos, de no ser así, la sociedad de la manipulación es por lo general sumisa e indolente antes unos hechos que representan una corrupción en la Ética y Moral humana que desemboca en actos destructivos para nosotros y nuestro patrimonio, la Naturaleza.
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