miércoles, 29 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
Juan G. Atienza - "La gran manipulación cósmica" (1981)
El tiempo de una proyección Cinematográfica
Hace poco tiempo se planteó un conflicto laboral relativamente grave en una de las grandes factorías multinacionales instaladas en España. La huelga parecía prolongarse más de los que los ritmos previstos de producción podían permitir y se esperaba impacientemente el inicio de unos arreglos que no llegaban. De pronto sí llegó, no obstante, una amable invitación de la empresa a los dirigentes obreros, para que asistieran a una proyección cinematográfica. Los líderes acudieron, extrañados. Parece ser que comenzaron mostrándoles unas cuantas películas cómicas mudas de los años veinte y, como plato fuerte, una superproducción realizada por la compañía en la que se mostraba, paso a paso, cómo se desmantelaba una factoría del mismo tipo que la que sufría el conflicto laboral, cómo se embalaba la maquinaria y cómo se trasladaba a otrolugar.
Terminada la proyección, uno de los directivos de la multinacional explicó a los espectadores que el tiempo de proyección de la película correspondía, segundo asegundo, al tiempo real en que tal operación podía llevarse a cabo: tres cuartos de hora escasos.
En pocas horas terminó la huelga y los varios miles de obreros de la factoría regresaron asu trabajo dispuestos a negociar mansamente y sin demasiadas esperanzas sus reivindicaciones.
Lo importante de este hecho, rigurosamente cierto, no es tanto la presión que una determinada entidad puede ejercer sobre la masa humana a la que da de comer a cambiode su entrega laboral, Sino la radical indefensión del ser humano ante una situación en la que resulta totalmente imposible ejercer la propia voluntad si tal voluntad va contra el organismo anónimo del que se depende para la supervivencia. Hay, incluso, muy a menudo, una mentalización que hace concebir tal dependencia —a quien la sufre- como una especie de regla del juego aceptada o de reflejo condicionado dogmáticamente admitido. Hay una alteración aceptada de los valores semánticos, y conceptos como libertad, progreso, bienestar, compañerismo u ocio adquieren significados acordes sólo con los intereses de la entidad manipuladora y no con el sentido que el ser humano consciente tendría que darles. Hay una auténtica trasposición de los valores. Se asume como benéfico lo que es simplemente útil y como maléfico lo que, pudiendo atentar contralos intereses de la Gran Madre anónima, pudiera causar su impersonal irritación y su eventual venganza. O, lo que sería mucho peor, el abandono frío y fatal de los actuales pupilos, para ser sustituidos por otros que, ocasionalmente, obedecieran esas reglas del juego nunca escritas, pero profundamente grabadas en la mente de los que viven y trabajan para la entidad anónima.
lunes, 20 de febrero de 2012
Jaume Perich Escala.
A la seva memoria.
Jaume Perich- Sentencies.
Fumar en exceso es malo. Beber en exceso es malo. Comer en exceso es malo. Follar en exceso es difícil.
Hay dos tipos de patriotas: el que ama a su país y el que ama al gobierno de su país. Lógicamente los gobiernos consideran más patriotas a estos últimos.
Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco.
Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal.
La religión sirve para ayudarnos y consolarnos ante unos problemas que no tendríamos si no existiese la religión.
Gracias a la guerra uno no sólo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.
El cine ayuda a soñar. La televisión a dormir.
Mis amigos me dicen que soy muy agresivo, pero me lo dicen a gritos.
Dios hizo el mundo en seis días. Hasta el momento nadie se ha podido explicar a qué venía tanta prisa.
Así ha quedado como ha quedado.
Un fanático es un individuo que tiene razón aunque no tenga razón.
La caridad es la única virtud que precisa de la injusticia.
Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.
Después de comer es necesario esperar dos horas si queremos bañarnos. Si no queremos bañarnos, hemos de esperar, lógicamente, más tiempo.
Está demostrado científicamente que el agua hierve a la temperatura adecuada.
De los alemanes se puede esperar lo peor desde el momento en que para dar las gracias dicen "tanque".
El pie es una medida de longitud. El hombre mide dos pies.
La gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad.
La Iglesia sigue firme en su postura: la homosexualidad es cosa de maricones.
Las matemáticas son una ciencia exacta salvo cuando te equivocas.
Para solucionar el problema de la vista cansada basta con mirar una cama durante diez minutos o una silla durante veinte.
Es absolutamente imposible contemplar una puesta de sol de cerca. Por eso el hombre inventó el huevo frito.
La izquierda es partidaria de la cultura de masas. La derecha de la cultura de misas
Es mucho más fácil reconocer que hace diez años hicimos el imbécil que reconocer que lo hicimos hace diez minutos.
Los paracaidistas son los únicos militares que ascienden gracias a los descensos.
A la hora de predicar con el ejemplo, es aconsejable predicar algo que nos guste.
El porqué de la forma de las pirámides es muy simple: a medida que se iban construyendo, se acortaba el presupuesto, se acortaba el presupuesto...
El hombre es el animal más parecido al ser humano.
La penicilina se descubrió por casualidad, el Napalm no.
Ser honrado no conduce a ninguna parte que aprecien los demás.
La televisión es a la cultura lo que el microondas a la gastronomía
El índice de mortalidad en el ser humano es del cien por cien.
Dios, dicen, está en todas partes. No tiene gran mérito: la coca-cola también.
A los picapedreros, cuando les condenan a trabajos forzados, les obligan a escribir poesías.
El orden de los factores no altera el producto, mientras esta orden no venga de arriba.
Jurar en falso por la salud de la madre jamás ha perjudicado la salud de ninguna madre.
Es lamentable que, puestos a crear absurdos como el ombligo, Dios no haya provisto al cuerpo humano de bolsillos.
La mejor prueba de que en los Estados Unidos cualquiera puede llegar a presidente, la tenemos en su presidente.
Aunque no existiera el divorcio, el matrimonio siempre acaba mal: uno de los cónyuges muere. Incluso, más tarde, también muere el otro.
El único animal capaz de reírse de si mismo es el ser humano. No tiene ningún mérito: es el único que da motivos para ello.
El Quijote no es solo uno de los libros más leídos del mundo, sino uno de los menos leídos si contamos la gente que no lo ha leído.
La democracia obliga a respetar todas las opiniones... ¡Pero no puede hacer nada para que todas la opiniones sean respetables!
El camello no es solo el animal que más tiempo puede pasar sin beber, sino que encima es el que más tiempo puede pasar sin fumar.
Que el caracol es comestible y la babosa no lo es, me lo creo. Y además admiro profundamente al tipo que fue capaz de descubrirlo por primera vez.
Si cerramos un ojo resulta muy difícil poder apreciar las distancias. Si cerramos los dos, mucho más.
miércoles, 8 de febrero de 2012
Tinimbang ka ngunit kulang. Lino Brocka (1974) VOSE
Cuenta la historia de un adolescente que crece en una pequeña aldea en la que se suceden cantidad de injusticias.
Tremendo e intenso drama de Lino Brocka que haciendo dúo con Mario O´hara llegaron a realizar una de sus mejores películas, otro obra que merece la pena ser vista.
Enlace emule: "Tinimbang ka ngunit kulang"
Enlace torrent: "Tinimbang ka ngunit kulang"
Enlace subtítulos castellano: http://www.opensubtitles.org/en/subtitles/4465348/tinimbang-ka-ngunit-kulang-es
Tremendo e intenso drama de Lino Brocka que haciendo dúo con Mario O´hara llegaron a realizar una de sus mejores películas, otro obra que merece la pena ser vista.
Enlace emule: "Tinimbang ka ngunit kulang"
Enlace torrent: "Tinimbang ka ngunit kulang"
Enlace subtítulos castellano: http://www.opensubtitles.org/en/subtitles/4465348/tinimbang-ka-ngunit-kulang-es
martes, 7 de febrero de 2012
El Banco Sabadell y las conversaciones sobre el futuro.
Mensajes subliminales.
Tras visionar algunos momentos de los anuncios para televisión del Banco Sabadell a uno le puede ocasionar un gran dilema lo que argumentan sus invitados. En las conversaciones que mantienen personajes del mundo del arte, de la medicina, del deporte y arquitectura, el tema que ocupa a primera vista, es el de la crisis económica y el de sus consecuencias para la inmensa mayoría, el cariz que va tomando el rumbo de la conversación a veces se torna cuando menos preocupante, hablan del futuro y de cómo ellos lo han ido planificando a lo largo de la trayectoria de sus vidas.
Volvemos al principal tema que subyace entorno a las conversaciones que mantienen los invitados y es el de la “Seguridad”, o la “Inseguridad”, depende de cómo se mire, aún así el “Trabajo” es la única salida que tiene el hombre (según los invitados) para poder realizarse, pero no clarifican que tipo de labor hay que llevar en cada caso, si es la de trabajar como asalariado o dependiendo de terceros, o de forma autónoma e independiente, de cualquier modo todo es demasiado ambiguo para que el televidente pueda asimilar el mensaje con objetividad, lo único que queda claro es que la seguridad de invertir el dinero en el banco es la mejor garantía que tiene el hombre para poder sentirse satisfecho y plenamente seguro con un futuro cuando menos oscuro para la gran mayoría de la sociedad.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Giordano Bruno - Sobre el Infinito universo y los Mundos (1584)
DIÁLOGO PRIMERO INTERLOCUTORES: ELPINO, FILOTEO, FRACASTORIO, BURQUIO.
ELPINO – ¿Cómo es posible que el universo sea infinito?
FILOTEO– ¿Cómo es posible que el universo sea finito?
ELPINO– ¿Pretendéis que es posible demostrar esta infinitud?
FILOTEO– ¿Pretendéis que es posible demostrar esta finitud?
ELPINO– ¿Qué extensión es ésta?
FILOTEO– ¿Qué límite es éste?
FRACASTORIO– Al asunto, al asunto, por favor. Demasiado nos habéis tenido pendientes de ello.
BURQUIO– Entrad enseguida a algún tipo de argumentación, Filoteo, porque me he de divertir escuchando esa fábula o fantasía.
FRACASTORIO– Con más modestia, Burquio. ¿Qué dirás si la verdad al fin te convenciere?
BURQUIO–Aunque esto sea verdad, yo no lo quiero creer, porque no es posible que este infinito sea entendido por mi cabeza ni digerido por mi estómago, aun cuando, por así decirlo, quisiera que fuese tal como dice Filoteo, porque si, por mala suerte, sucediese que yo me cayera de este mundo, encontraría siempre algún lugar(32) .
ELPINO.– En verdad, oh Filoteo, si queremos constituir a los sentidos como jueces o aun concederles la primacía que les corresponde por el hecho de que todo conocimiento se origina en ellos(33), nos encontraremos probablemente con que no es fácil hallar un medio para probar lo que tú sostienes en vez de lo contrario. Pero, si os parece bien, empezad a hacerme escuchar.
FILOTEO– No hay sentido que vea el infinito, no hay sentido de quien se pueda exigir esta conclusión, porque el infinito no puede ser objeto de los sentidos, y, en consecuencia, quien pretende conocerlo por medio de los sentidos es semejante a quien quisiera ver con los ojos la substancia y la esencia, y quien negase por eso la cosa, por cuanto no es sensible o visible, llegaría a negar la propia substancia y ser. Por eso, debe haber moderación en eso de pedir testimonio a los sentidos. A esto no hacemos lugar, sino cuando se trata de cosas sensibles y aún no sin sospecha, si aquellos no intervienen en el juicio junto con la razón(34) Al intelecto le corresponde juzgar y dar razón de las cosas ausentes y separadas de nosotros por distancia temporal o intervalo espacial. Y aquí más que suficiente testimonio tenemos de los sentidos en el hecho de que éstos no son capaces de afirmar lo contrario y evidencian además su debilidad e insuficiencia al ocasionar una apariencia de finitud gracias a su horizonte, con lo cual se ve también cuan inconstantes son. Ahora bien, así como por experiencia sabemos que nos engañan en lo que toca a la superficie de este globo en el cual nos hallamos, mucho más debemos sospecharlo en lo que respecta al límite que nos hace ver en la concavidad estelar.
ELPINO– ¿Para qué nos sirven, pues, los sentidos? Decid.
FILOTEO– Para excitar la razón solamente, para acusar, para indicar y testificar en parte, no para testificar en todo ni menos para juzgar o para condenar. Porque nunca, por más perfectos que sean, carecen de alguna perturbación. Por lo cual, la verdad proviene de los sentidos, como de un débil principio, en pequeña parte, pero no está en los sentidos.
ELPINO– ¿Dónde, pues?
FILOTEO– En el objeto sensible como en un espejo, en la razón a modo de argumentación y discurso, en el intelecto a modo de principio o de conclusión, en la mente en forma propia y viviente.(35)
ELPINO– Arriba, pues. Haced vuestros razonamientos.
FILOTEO– Eso haré. Si el mundo es finito y fuera del mundo no hay nada, os pregunto: ¿Dónde está el mundo? ¿Dónde está el universo? Aristóteles responde: está en sí mismo. La convexidad del primer cielo es lugar universal, y tal cielo, como continente primero, no está en otro continente, porque el lugar no es otra cosa más que superficie y extremidad del cuerpo continente. Por eso, lo que no tiene cuerpo continente no tiene lugar. Pero, ¿qué quieres decir tú, Aristóteles, con esto de que “el lugar está en sí mismo”? ¿Qué me das a entender por “cosa fuera del mundo”? Si dices que no hay nada, el cielo y el mundo, en verdad, no estarán en parte alguna...
FRACASTORIO – “En ninguna parte, pues, estará el mundo. Todo estará en la nada”.(36)
FILOTEO– ...el mundo será algo que no se encuentra. Si dices(37) (como, en verdad, me parece que de algún modo quieres decir, para evitar el vacío y la nada) que fuera del mundo hay un ente intelectual y divino, de modo que Dios venga a ser lugar de todas las cosas, tú mismo te sentirás muy embarazado para hacernos entender cómo una cosa incorpórea, inteligible y sin dimensiones, puede ser el lugar de una cosa con dimensiones.(38) Pues si dices que aquél abarca como una forma, del mismo modo que el alma abarca al cuerpo, no respondes a la cuestión del exterior y a la pregunta acerca de lo que se encuentra más allá y fuera del universo. Y si quieres escaparte diciendo que donde nada hay y donde no hay cosa alguna no hay tampoco lugar y no hay más allá ni fuera, con esto no me contentarás, porque esas son palabras y excusas que no pueden entrar en el pensamiento. Porque es, en efecto, imposible que con algún sentido o alguna imaginación (aun cuando se pudiesen encontrar otros sentidos y otras imaginaciones) puedas hacerme afirmar, con verdadera intención, que se halle tal superficie, tal margen, tal extremidad, fuera de la cual no haya cuerpo o vacío, aunque allí esté Dios, ya que la divinidad no existe para llenar el vacío y, por consiguiente, no le corresponde poner término al cuerpo de alguna manera, pues todo aquello que se dice que “pone término” o es forma exterior o es cuerpo continente. Y de cualquier modo que quisieras expresarlo, serías considerado menoscabador de la dignidad de la naturaleza divina y universal.
ELPINO – ¿Cómo es posible que el universo sea infinito?
FILOTEO– ¿Cómo es posible que el universo sea finito?
ELPINO– ¿Pretendéis que es posible demostrar esta infinitud?
FILOTEO– ¿Pretendéis que es posible demostrar esta finitud?
ELPINO– ¿Qué extensión es ésta?
FILOTEO– ¿Qué límite es éste?
FRACASTORIO– Al asunto, al asunto, por favor. Demasiado nos habéis tenido pendientes de ello.
BURQUIO– Entrad enseguida a algún tipo de argumentación, Filoteo, porque me he de divertir escuchando esa fábula o fantasía.
FRACASTORIO– Con más modestia, Burquio. ¿Qué dirás si la verdad al fin te convenciere?
BURQUIO–Aunque esto sea verdad, yo no lo quiero creer, porque no es posible que este infinito sea entendido por mi cabeza ni digerido por mi estómago, aun cuando, por así decirlo, quisiera que fuese tal como dice Filoteo, porque si, por mala suerte, sucediese que yo me cayera de este mundo, encontraría siempre algún lugar(32) .
ELPINO.– En verdad, oh Filoteo, si queremos constituir a los sentidos como jueces o aun concederles la primacía que les corresponde por el hecho de que todo conocimiento se origina en ellos(33), nos encontraremos probablemente con que no es fácil hallar un medio para probar lo que tú sostienes en vez de lo contrario. Pero, si os parece bien, empezad a hacerme escuchar.
FILOTEO– No hay sentido que vea el infinito, no hay sentido de quien se pueda exigir esta conclusión, porque el infinito no puede ser objeto de los sentidos, y, en consecuencia, quien pretende conocerlo por medio de los sentidos es semejante a quien quisiera ver con los ojos la substancia y la esencia, y quien negase por eso la cosa, por cuanto no es sensible o visible, llegaría a negar la propia substancia y ser. Por eso, debe haber moderación en eso de pedir testimonio a los sentidos. A esto no hacemos lugar, sino cuando se trata de cosas sensibles y aún no sin sospecha, si aquellos no intervienen en el juicio junto con la razón(34) Al intelecto le corresponde juzgar y dar razón de las cosas ausentes y separadas de nosotros por distancia temporal o intervalo espacial. Y aquí más que suficiente testimonio tenemos de los sentidos en el hecho de que éstos no son capaces de afirmar lo contrario y evidencian además su debilidad e insuficiencia al ocasionar una apariencia de finitud gracias a su horizonte, con lo cual se ve también cuan inconstantes son. Ahora bien, así como por experiencia sabemos que nos engañan en lo que toca a la superficie de este globo en el cual nos hallamos, mucho más debemos sospecharlo en lo que respecta al límite que nos hace ver en la concavidad estelar.
ELPINO– ¿Para qué nos sirven, pues, los sentidos? Decid.
FILOTEO– Para excitar la razón solamente, para acusar, para indicar y testificar en parte, no para testificar en todo ni menos para juzgar o para condenar. Porque nunca, por más perfectos que sean, carecen de alguna perturbación. Por lo cual, la verdad proviene de los sentidos, como de un débil principio, en pequeña parte, pero no está en los sentidos.
ELPINO– ¿Dónde, pues?
FILOTEO– En el objeto sensible como en un espejo, en la razón a modo de argumentación y discurso, en el intelecto a modo de principio o de conclusión, en la mente en forma propia y viviente.(35)
ELPINO– Arriba, pues. Haced vuestros razonamientos.
FILOTEO– Eso haré. Si el mundo es finito y fuera del mundo no hay nada, os pregunto: ¿Dónde está el mundo? ¿Dónde está el universo? Aristóteles responde: está en sí mismo. La convexidad del primer cielo es lugar universal, y tal cielo, como continente primero, no está en otro continente, porque el lugar no es otra cosa más que superficie y extremidad del cuerpo continente. Por eso, lo que no tiene cuerpo continente no tiene lugar. Pero, ¿qué quieres decir tú, Aristóteles, con esto de que “el lugar está en sí mismo”? ¿Qué me das a entender por “cosa fuera del mundo”? Si dices que no hay nada, el cielo y el mundo, en verdad, no estarán en parte alguna...
FRACASTORIO – “En ninguna parte, pues, estará el mundo. Todo estará en la nada”.(36)
FILOTEO– ...el mundo será algo que no se encuentra. Si dices(37) (como, en verdad, me parece que de algún modo quieres decir, para evitar el vacío y la nada) que fuera del mundo hay un ente intelectual y divino, de modo que Dios venga a ser lugar de todas las cosas, tú mismo te sentirás muy embarazado para hacernos entender cómo una cosa incorpórea, inteligible y sin dimensiones, puede ser el lugar de una cosa con dimensiones.(38) Pues si dices que aquél abarca como una forma, del mismo modo que el alma abarca al cuerpo, no respondes a la cuestión del exterior y a la pregunta acerca de lo que se encuentra más allá y fuera del universo. Y si quieres escaparte diciendo que donde nada hay y donde no hay cosa alguna no hay tampoco lugar y no hay más allá ni fuera, con esto no me contentarás, porque esas son palabras y excusas que no pueden entrar en el pensamiento. Porque es, en efecto, imposible que con algún sentido o alguna imaginación (aun cuando se pudiesen encontrar otros sentidos y otras imaginaciones) puedas hacerme afirmar, con verdadera intención, que se halle tal superficie, tal margen, tal extremidad, fuera de la cual no haya cuerpo o vacío, aunque allí esté Dios, ya que la divinidad no existe para llenar el vacío y, por consiguiente, no le corresponde poner término al cuerpo de alguna manera, pues todo aquello que se dice que “pone término” o es forma exterior o es cuerpo continente. Y de cualquier modo que quisieras expresarlo, serías considerado menoscabador de la dignidad de la naturaleza divina y universal.