martes, 26 de abril de 2011

La humanidad al borde del abismo.



En ciertos momentos pienso que el infierno en el que se ha convertido el mundo, es obra de la irresponsabilidad de los habitantes que vivimos en este planeta, pero la “inteligencia” no es el remedio ni la panacea de todos los conflictos y situaciones tan penosas en las que nos vemos inmersos.
La posición del individuo en la Tierra, viene determinada por el pensamiento condicionado, que lo ha ido programando a lo largo de la historia. Y este pensamiento sigue unos patrones de conducta preestablecidos.
Las hormigas también siguen estos patrones, y fueron unos de los primeros insectos  agricultores y recolectores, que determinan su existencia en su forma más elemental y básica de conducta, sin necesidad de “inteligencia”, y sólo con el instinto tienen suficiente capacidad para poder sobrevivir e ir reproduciéndose.

La conducta del hombre es a simple vista, también muy instintiva, pero tenemos que añadirle su capacidad de interpretación de las cosas, (del mundo exterior),  y que ha ido moldeando el entorno en el que vive debido a las capacidades del desarrollo en el pensamiento evolutivo, poco a poco a ido haciendo el mundo a su imagen y semejanza, como si se tratara de un escultor de la naturaleza.

Pero también tenemos que tener en cuenta que el pensamiento es capaz de modificar la realidad del individuo, y ésta se ejecuta y va cambiando dentro del campo psicológico.
La psicología humana es un campo muy vasto en el que el hombre, a día de hoy aún está investigando, como se forma dicho pensamiento y el porque del mismo según las circunstancias en las que se hallé en cada momento.
La posibilidad de un cambio radical del pensamiento psicológico (conciencia), que modificara la percepción de toda la realidad en la que vive del individuo es en la actualidad el campo de estudio de una minoría que intenta redefinir la voluntad del hombre moderno, por medio de la psicología del placer, inculcando al individuo unos patrones de conducta, por ejemplo, el sacrificio y la recompensa, éste patrón lo podemos observar en el mercado laboral como subsistencia en el hombre.
La posibilidad de alterar la percepción de la realidad del mundo en el individuo pasa por cambiar la concepción que tiene él del mismo.
La ilusión en la que pervivimos en el mundo psicológico , es una trampa  que padecemos todos debido a la facilidad que tenemos para el autoengaño, (nos sentimos felices debido a nuestro propio engaño), pero ésta felicidad es transitoria, porque las sensaciones a partir del placer no son eternas, y el sufrimiento intrínseco del hombre debido al condicionamiento heredado con todo lo que conlleva, aflora y la tristeza y pesadumbre se apoderan del desvalido hombre, que busca con todo su ahínco poder sentirse en la plenitud de su existencia creando constantemente dependencias tanto psicológicas como físicas para llenar el vacío existencial debido al sufrimiento y al temor que es la causa del conflicto interno permanente en el que vive el hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario