Esta semana hablamos con el historiador Chris Ealham que, recientemente, ha publicado una biografía de José Peirats: Vivir la anarquía, vivir la utopía. José Peirats y la historia dle anarcosindicalismo español.
Algunos identifican a José Peirats exclusivamente como el historiador oficial de la CNT o como un personaje destacado del aparato confederal. Estas dos descripciones son demasiado simplistas y no hacen justicia a la realidad.
Peirats fue en efecto historiador, un historiador autodidacta, que renegó de los historiadores de profesión. También fue un militante cenetista que ocupó varios cargos importantes dentro del aparato confederal, pero al mismo tiempo fue una voz disidente dentro del movimiento libertario, no dudando en enfrentarse a algunos de los más famosos líderes anarquistas de su tiempo.
Sin embargo Peirats fue muchas más cosas. Fue un militante que participó en todos los espacios habidos y por haber dentro del movimiento libertario. Ateneos, grupos de afinidad, revistas y periódicos del movimiento, de forma legal y clandestina. Fue muy activo en las discusiones dentro de la FAI, militante del sindicato de la construcción, Vivió los días de la revolución, y la amarga derrota. Vivió el negro y largo exilio y trabajó por la reorganización del movimiento libertario.
viernes, 29 de abril de 2016
miércoles, 27 de abril de 2016
Poder y sociedad.
La historia de la humanidad se puede definir como la historia de la lucha por el Poder o la corrupción, en la cual la izquierda se ha convertido en el apéndice de la derecha, es decir, en las dos caras de una misma moneda, porque ha caído en la trampa de la corrupción en la conquista por el Poder que le proponía la derecha.
La propaganda, es decir, los medios que utiliza el Poder para crear corrientes de pensamiento a través de la persuasión y de este modo poder manipular a la sociedad siempre serán más eficaces que la métodos de coerción de los que también se sirve el Poder a través de las normas y leyes que dicta el Estado como medio represor.
Cuando el Poder a través del Estado divide a la sociedad en clases sociales fomenta la meritocracia para gobernar o manipular a los mejores gobernados, al contrario, los peores gobernados sirven como chivo expiatorio a la élite de Poder para justificar ante los mejores gobernados el mal funcionamiento y desarrollo de la sociedad cuando se hace patente la corrupción generalizada del sistema de dominación capitalista, de este modo se promueven y crean guerras, leyes represivas, golpes de estado, atentados de falsa bandera, destrucción del medio ambiente, acaparamiento de los recursos naturales, concentración de la riqueza y poder en pocas manos, siempre en nombre de la ley, el orden y la seguridad de la nación.
Que el trabajo asalariado obedezca a los fines de reproducción del sistema capitalista por medio de la propiedad privada en posesión de la burguesía para acumular más bienes y riqueza a través de la mercancía y de la explotación o plusvalía del trabajador asalariado, no significa que la clase desposeída intente alcanzar los medios de producción de la clase burguesa como apéndice del Poder constituido en el Estado.
Llegados a este punto, vemos que la propaganda sobrepasa la dimensión política de la esfera individual para convertirse sólo en una esfera colectiva que a la vez está incrustada en una institución que sirve al Poder y al Estado como partido, sindicato u organización. En esta coyuntura el individuo pertenece a un colectivo que al ser apéndice de una institución del Poder, lo reproduce y ansia conquistarlo para imponerlo al resto de la sociedad. El Poder utiliza el poder como medio y fin para atraer a las masas desposeídas y de este modo poderlas controlar y manipular a su antojo.
Se hace muy complejo valorar la disposición de aceptar o quedarse al margen de un sistema de dominación corrupto, cuando el sistema es la sociedad que da forma al individuo y éste tiene que adoptar como fin la lucha para poder sobrevivir. Sin embargo una cosa tengo clara, la disposición por el cambio mental del individuo es la que fomentará y determinará una revolución en el sistema que también cambie las circunstancias sociales, políticas y económicas de la sociedad y no ésta al individuo para revolucionarizarlo, porque éste no puede transformase sólo desde el exterior, es decir, es el individuo el que tendrá que cambiar a la sociedad y no al revés.
viernes, 22 de abril de 2016
miércoles, 20 de abril de 2016
Trabajo asalariado y Poder.
El trabajo asalariado nunca podrá ser creativo e independiente en su totalidad porque siempre estará subordinado a un tercero que lo controla o dirige. La finalidad del trabajo asalariado no es el trabajo creativo o vívido en sí, sino sólo el beneficio económico que de él extrae el empresario o el Estado, por lo tanto se auto-engaña el asalariado especializado aunque perciba un sueldo mayor que el del resto de los asalariados de menor categoría y de esta forma se crea que el trabajo desempeñado por él pueda ser más valioso e imprescindible para la sociedad.
El Capitalismo aparte de atomizar al individuo a divido al movimiento obrero en categorías para provocar más conflictos entre la clase trabajadora, la sociedad ha quedado fragmentada o jerarquiza por el afán de dinero, bienes o Poder.
Podemos decir ya que el movimiento obrero ha muerto, ¿cuánto tiempo le quedará al individuo también para morir como ser humano?
La dictadura perfecta deviene cuando no se percibe como tal, una dictadura perfecta es aquella en la que el individuo se encuentra "inconscientemente" adaptado y a la vez cómodo al sistema de dominación al que pertenece, la esfera de la libertad individual y colectiva desaparece por la sugestión y atracción que emana de la propaganda y las corrientes de pensamiento impuestas y aceptadas por el Poder.
La capacidad de atracción del Poder basadas en la religión de la dominación por la mercancía y el dinero y dictaminadas a través de la política institucional del Estado configuran la multiplicidad de ideologías y creencias en base a unos partidos políticos y religiones fundamentadas en el acatamiento a una autoridad concreta que invade la esfera espiritual del individuo, haciéndolo dependiente y sumiso. La autonomía individual queda reemplazada por la seguridad que proporciona el Estado o el colectivo que pertenece al mismo, se impone el gregarismo estatal como dogma de fe.
La transformación y posterior asimilación del individuo por parte del Poder destruye por lo tanto la capacidad volitiva y creativa que hay en su interior y lo somete como herramienta del mismo Poder, ya sea como una pieza más del engranaje de la gran máquina o como parte de la estructura que conforma el Poder como institución del aparato de dominación que organiza la sociedad y define el derecho.
lunes, 18 de abril de 2016
viernes, 15 de abril de 2016
Estado, Capitalismo, sociedad y Conciencia.
La integración del trabajador al trabajo asalariado por el sistema capitalista se tuvo que hacer mediante una institución en apariencia neutra y nueva creada por la burguesía (miembros del antiguo Estado más la nueva burguesía). El Estado moderno fue la herramienta que utilizó la burguesía para implementar la industrialización en las ciudades concentrando y absorbiendo de esta forma la masa de trabajadores que estaba dispersa en poblaciones rurales, las migraciones de las áreas rurales a las ciudades consolidó los tentáculos de poder del Estado para que la burguesía pudiera controlar todos los procesos que se daban en el ámbito político, económico y social, de esta forma con la revolución industrial y posteriormente tecnológica se pudo implementar un nuevo estado social de derecho fiscalizado por una élite incrustada en las instituciones del Estado (ejército, policía, poder judicial, la parte paternal según Bourdieu y la parte maternal, sanidad, educación y servicios sociales) que servía y servirá a la burguesía como clase dominante.
El fin del Estado moderno como ente en apariencia público es consolidar el Capitalismo como sistema social y económico, el engaño se hace por partida doble al ser el Estado moderno hijo del Capitalismo y éste heredero de aquel en su versión antigua, las dos caras de una misma moneda que se confunden por el monopolio de la propaganda que ejerce el Poder, es decir, el Estado capitalista.
La sociedad capitalista ha forjado individuos que sirven al capital, el culto al dinero y a la mercancía es la cualidad de los sujetos que se convierten en objetos de intercambio en el Capitalismo por su cantidad en la integración del sistema de dominación que reproducen, consolidan y perpetúan las leyes y normas que dictan sus dirigentes.
La percepción del sistema de dominación por parte del individuo y de la sociedad es menor cuando circula más dinero por aquel, (la opulencia y las comodidades anestesian en gran medida los sentidos) haciéndose de esta forma cada vez más fuerte la dependencia del súbdito al sistema de dominación capitalista, esperando una mejora en su nivel de vida material que le proporcione una perspectiva de desarrollo personal y a la vez de sensación de independencia y dignificación (pero no verdaderamente autónoma) dirigida desde el Poder y consensuada por la mayoría de la sociedad.
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Tanto Dios (creador) como Satán (destructor) representan las dos caras de una misma moneda que pueden reencarnarse en el individuo en cualquier momento, el Ego es la parte negativa y separada, y el Amor es la parte positiva o conectada con el resto de la humanidad.
La Conciencia cósmica es la red que tendría que unir a los individuos, sin embargo, aún no la podemos reconocer o percibir del todo y queda eclipsada por el Ego que través del pensamiento tiende a fragmentar al individuo cada vez más en partes pequeñas por la propaganda que emite y ejerce el Poder como monopolizador de la misma, en tanto que el individuo no se reconozca como tal, es decir, como hombre o mujer, único e indivisible, diferente pero no separado de sus semejantes, no podrá reconocer tampoco la Conciencia cósmica que une a todos los individuos que conforman el colectivo humano.
La primera condición para ser libres es rechazar la voluntad de poder, es decir, la de someter, condicionar o dirigir a nuestros semejantes.
La condena de la humanidad es la permanente y constante lucha por la supervivencia.
domingo, 10 de abril de 2016
Reflexiones: sociedad, política, pensamiento, conciencia, propaganda.
No nos engañemos, lo que ha triunfado en la sociedad es la meritocracia, es decir, el gobierno de los mejores para gobernar a los mejores súbditos.
Las corrientes de pensamiento impulsadas por la propaganda pueden converger o divergir según las circunstancias en las que se halle en cada momento la sociedad, pero todas surgen de la necesidad de acatamiento a una Autoridad que se revela superior en cuanto a facultades y poder, que a la vez otorgan una identidad a un colectivo (que tiene que competir con otros) que la respeta y obedece como forma única y concreta de subsistencia.
Las corrientes de pensamiento que a través de la propaganda (ya sea por imposición o consentimiento) crean un visión concreta del mundo y la vida, determinarán la voluntad del individuo que asimila y finalmente hace suyo el pensamiento dominante de la sociedad que ha creado la propaganda para establecer un modus vivendi determinado.
El pensamiento unidimensional dictado por la Autoridad (élite de poder) y finalmente aceptado por la sociedad, invade el espíritu del individuo corrompiéndolo y destruyéndolo como ser humano autónomo.
Si el pensamiento complejiza al individuo y por ende a la sociedad, su desarrollo y expansión como fenómeno totalizante dificulta y acaba creando conflictos en las relaciones sociales. Podemos considerarlo como una perversión de la conducta humana.
Los dos delitos fundamentales del Capitalismo que rigen la sociedad e invaden y conquistan el espíritu del individuo son: el fetichismo de la mercancía o del dinero como pecado venial y la voluntad de poder como pecado mortal.
El rebelde no tiene porque ser también un revolucionario.
sábado, 9 de abril de 2016
viernes, 8 de abril de 2016
La rebelión de las ratas - (Microrrelato)
El mundo quedo devastado por una guerra global que los humanos iniciaron por la lucha por el poder y la supervivencia, la humanidad dejo de ser humana y se convirtió en una especie implícitamente destructiva con sus semejantes y su entorno. Después de una guerra que duraría 200 años, se desencadeno una gran plaga de ratas que, debido al descuido del hombre fue en aumento, las roedores aumentaron su tamaño considerablemente al incrementar su alimento y a la contaminación, los cadáveres se amontonaban en las grandes urbes y fruto de este hecho les era fácil encontrar comida.
La población mundial quedo reducida a 1/10 parte después de 200 años de guerra sin tregua, la amenaza de las ratas ya era un hecho que el hombre no podía controlar, miles de ratas invadían todas las ciudades y se dispersaban por todo el territorio, inundaban todos los edificios que un día fueron hogares de miles de familias. Los supervivientes muy deteriorados por las consecuencias de la brutal guerra y con muy pocos recursos para subsistir, se veían obligados a huir a los montes. Las ratas ya eran dueñas de un gran parte del territorio donde antes habían habitado antes los humanos.
Después de varias décadas es posible que las ratas adquirieran tras un cambio biológico, una mutación muy significativa, sus instintos se agudizaron, el tamaño de todo su cuerpo se vio incrementado, de tal consecuencia el cerebro se hizo más grande habilitando cada vez más sus potencialidades psíquicas.
Los pocos hombres que quedaron se limitaron a la supervivencia cada vez más en las zonas de alta montaña debido al gran incremento de la población de las ratas no pudiendo sino huir debido a que las ciudades presentaban muchas dificultades en la búsqueda de alimentos y eran muy peligrosas por las enfermedades contagiosas que las mordeduras de los roedores ocasionaban en los cuerpos de los individuos.
Tras varios años de ausencia del hombre, las enormes ratas se reproducieron de forma exponencial, ya tenían un sistema de organización, las más viejas quedaban aposentadas en los hogares que antes pertenecían a los hombres, su función exclusiva era solo la de engendrar y dirigir a sus congéneres mas jóvenes. Las ratas de menor edad contribuían en la búsqueda de sustento ya fuera en forma de caza de otras especies de animales o desperdicios que aún quedaban de los restos humanos.
Las ratas más viejas decidieron hacer frente a posibles enemigos ya fueran humanos o animales, acordando en reuniones que se celebraban en asambleas generales, donde participaban solo las más longevas de entre 15 a 20 años, unos ejércitos que salvaguardaran la supervivencia y la defensa de la especie. Debido a la organización de los roedores cada vez más desarrollada y compleja los animales que no pertenecían a su calaña eran liquidados sin contemplaciones o apresados, puestos a buen recaudo en zonas habilitadas dónde les era imposible escapar.
Después de un largo periodo, la poca población humana que quedaba, vivía de la manera más salvaje y miserable en selvas y zonas montañosas poco accesibles a los roedores, recordando a sus ancestros más primitivos, la situación en la que se hallaban los hombres les había reducido a una especie en vías de extinción, poco podían hacer ya frente a la gran colonia de ratas que se habían establecido en lo que un día fueron las grandes metrópolis y ciudades en las que habitaron.
Los roedores lograron adquirir con el tiempo, un lenguaje telepático y formas de organización aún no vistas en animales de tan poco tamaño, aprovechando al máximo sus facultades físicas también desarrollaron formas de trabajo que perfeccionaron con la tecnología humana que había quedado y fabricaron maquinas a su medida y condición física que les permitiera subsistir, sin poner en peligro a ninguno de los integrantes de la gran sociedad de roedores.
El pensamiento de las ratas, solo iba encaminado a una reproducción sostenida por los medios de producción, sin alterar el ecosistema, habían conformado unas leyes universales por las cuales todas tenían los mismos derechos y obligaciones, no habían países ni jerarquías, tampoco tribunales ni organizaciones políticas ni burocráticas, condicionaron todo el conocimiento a una vida sin conflictos, en la que el trabajo era el primer mandamiento a cumplir para poder sobrevivir.
domingo, 3 de abril de 2016
Reflexiones varias.
Las cadenas se hacen tan ligeras que no se llegan a percibir por la costumbre al llevarlas puestas, la cadena ata al hombre a la seguridad que proporciona el Poder, debido a la falta de confianza en si mismo y en el prójimo, y del miedo a la libertad.
El Poder como tal no es exclusivamente un fenómeno creado por una élite, (es decir, no es algo ajeno al individuo común) que conspira contra el orden social establecido por una gran mayoría, sino más bien, el proyecto de una minoría que se consolida a través del consenso de la mayoría de la sociedad.
La libertad y la seguridad son conceptos antagónicos, uno no puede ser libre y a la vez tener seguridad, la libertad exige el riesgo y la responsabilidad de vivir con la suficiente confianza en uno mismo y en el prójimo, sin depender de la seguridad que le otorga la Autoridad.
En el Ego reside el miedo a lo desconocido.
La ignorancia es hija de la soberbia.
El conocimiento reside en la intuición de las fenómenos y substancias que permanecen ocultas.
Si sólo las circunstancias acaban determinando la voluntad del individuo, no hay lógica aparente en hacer la revolución. El cambio, al contrario, no se debe de ceñir sólo a factores externos que impliquen reformas en el sistema, sino a factores más bien internos del individuo que modifiquen las circunstancias y las reglas de juego en las que se halla dentro del sistema.
Si las circunstancias determinan la voluntad del individuo, éste estará abocado al fracaso permanente.
Las relaciones en el sistema capitalista tienen fecha de caducidad, por lo tanto, tienden a destruirse.
En la naturaleza y en el universo nada permanece inmóvil e inmutable, todo cambia y está en movimiento.
La conciencia debe liberarse de la vida (en cuanto aquella depende de ésta) para de este modo hacer que las necesidades sean un medio y no un fin para la emancipación del individuo y de la sociedad.
Si el Ego determina la conciencia, la voluntad estará supeditada a la imagen creada por el individuo y la
sociedad.
El Ego es la imagen que ha creado el individuo a partir de las circunstancias y experiencias de su vida.
La estandarización de un modelo de sociedad jerárquica por parte del Estado Capitalista (a parte de ser una contradicción per se en esencia) provoca graves conflictos entre los individuos, debido a que no todos disponen de los medios culturales y económicos para poder desarrollar una identidad competitiva que les proporcione un trabajo asalariado como medio de supervivencia en el sistema de dominación capitalista, donde las fuerzas productivas están en manos de las multinacionales y la gran banca con la connivencia del Estado.