jueves, 13 de noviembre de 2014
Reflexiones sobre la servidumbre y la libertad.
Aunque la dominación o esclavización sean por medios violentos como la guerra, el sumiso se convierte en tal cuando obedece las ordenes del dominador a riesgo por ejemplo de ser asesinado, aquí prevalecen la voluntad de poder en el dominador y el instinto de conservación en el dominado, con lo cual el dominador y el dominado acaban por ser las dos caras de la misma moneda.
¿Qué harías en tal caso?
1- Dejarte esclavizar o someter.
2- Luchar por tu vida y la de tuyos, y aceptar las consecuencias que traería consigo.
Cuando aceptas o obedeces te acabas convirtiendo en un sumiso o ser dependiente, con lo cual por necesidad u obligación perpetuas el sistema en el que interactúas.
La guerra no deja de ser un problema secundario ya que, si no participaras en el sistema por ejemplo desobedeciendo, el dominador no podría ejercer la violencia para subyugar, la fuerza del dominador reside en la coerción por medio de la violencia, en este caso no a un solo hombre, sino más bien a un grupo de individuos, porque en este contexto podría intimidar al resto del grupo haciendo uso del monopolio de la violencia a un solo individuo o a una parte del grupo.
En la inmensa mayoría de las ocasiones,- sino en casi todas, salvando algunas excepciones - prevalece el instinto de conservación al instinto de libertad, o dicho de otro modo, el que proporciona seguridad al libre albedrío.
Las circunstancias acaban determinando nuestra voluntad y nos someten a los designios de aquellos que las crean.
Por este motivo el sistema de dominación perpetuo basado en el Estado como ente equivale al de la masa, ya que sin masa no habría Estado, y la violencia que ejerce el Estado sobre una masa de individuos sirve como medio de dominación y coerción al resto de la totalidad de la sociedad.
En el análisis psicológico de las masas podremos observar las causas y los motivos del sistema de dominación que nos oprime en la actualidad, la primera causa es el valor como voluntad de poder en los integrantes de la masa, de alguna manera el hombre medio consciente o "inconscientemente" intentar dominar al prójimo de alguna forma u otra para sentirse superior, el super-Ego del sujeto es la culminación del pensamiento y carácter que acabarán conformando su personalidad y las acciones que después llevará a cabo.
Este sistema de dominación se puede ejecutar y perpetuar al haber una sociedad jerárquica, en la que la inmensa mayoría puede dominar a su prójimo también de una forma u otra, debido al funcionamiento de la misma, se da en el mercado laboral, en las amistades, en la familia, etc, etc.
La supremacía de la voluntad de poder en el hombre moderno está motivada por una carencia emocional y afectiva que suele suplir también sometiendo a quien puede de alguna forma, es un producto del mimetismo social en el que interactúa.
Creo mas bien que la dependencia mutua que se establece entre el dominador y el dominado se da por incapacidad de ambos al no poder realizarse completamente como individuos únicos e independientes, en esta coyuntura la insatisfacción personal conduce a diferentes tipos de estados neuróticos, entre ellos, ansiedad, depresión, estrés, trastornos de todo tipo, etc, etc.
La segunda causa es el miedo, no tan sólo a la independencia o autonomía que proporciona la libertad. como señalara Fromm en su momento, sino más bien a la vida misma y las consecuencias que se derivan de ella, al dolor, al sufrimiento, al aburrimiento, a la soledad, etc, es decir, los elementos negativos de la vida que son rechazados como tal, es quizá una de las claves del por qué se sustenta el actual sistema de dominación y dependencia en el que estamos inmersos.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
viernes, 7 de noviembre de 2014
¿Es Fidel Castro un agente secreto de la CIA?
Por su interés voy a publicar un artículo de Servando González en el que expone que Fidel Castro es un agente secreto infiltrado por de la CIA, el cual tuvo contactos con la Agencia antes de la revolución cubana liderada por el mismo y el Che Guevara.
En esta misma línea Sylvia Maria Valls en un extenso artículo también propone esta misma teoría, la cual a mi juicio, tiene cada vez más consistencia.
De todos modos el caso Fidel Castro es sumamente interesante.
Fidel Castro, ¿agente de la CIA? por Servando González
Hace unos días circuló en la Internet una información que
contenía una serie de artículos sin firma de autor, tomados de la
revista electrónica contactocuba.com(San Juan, Puerto Rico, 26 de Abril,
2008). Esos artículos fueron originalmente escritos por el escritor y
periodista Andrés Rivero, y en ellos aparecen una serie de preguntas
sobre cosas aparentemente inexplicables — que sólo podrían explicarse si
Fidel Castro en realidad no es lo que dice ser.
Sin embargo, los artículos contienen una serie de inexactitudes que es necesario señalar. Esto no implica una crítica al Sr. Rivero, que esencialmente apunta a la respuesta correcta, pues yo mismo, que por muchos años me consideré pionero en la formulación de esa teoría (Véase mi libro Historia herética de la revolución fidelista, publicado en 1986 y mi largo artículo “Fidel Castro Supermole”, publicado inicialmente en 1995), por mucho tiempo también cometí el error de pensar que Fidel Castro había sido reclutado por la CIA y había estado trabajando para esa agencia todos estos años — lo cual es verdad hasta cierto punto, pero, como explicaré a continuación, no toda la verdad.
La causa del error reside en que, para entender mejor la relación Castro-CIA hay que conocer mejor a esta última y, contrariamente a lo que piensa la mayoría de la gente, la CIA nunca ha sido una organización al servicio de los intereses del pueblo norteamericano, sino de los banqueros de Wall Street y los magnates petroleros que la crearon — todos ellos aglutinados en una organización llamada Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations, CFR). Esto explica el por qué los llamados “fracasos” de la CIA siempre han redundado en victorias para sus verdaderos amos.
Existe gran cantidad de evidencia circunstancial, y al menos un testigo presencial, que indica que los verdaderos amos de la CIA reclutaron a Fidel Castro a través de su recién creada agencia de inteligencia a comienzos del 1948 y lo enviaron a Bogotá, Colombia como agente provocador en una misión importante. Esta consistía en participar en el asesinato del líder populista Jorge Eliécer Gaitán y en los violentos disturbios luego conocidos como el Bogotazo que comenzaron el 9 de abril del mismo año y destruyeron gran parte de la ciudad.
No es por casualidad que los disturbios coincidieran con la celebración en Bogotá de la importante Novena Conferencia Panamericana a la que asistían cancilleres latinoamericanos. Presidía la Conferencia el secretario de estado norteamericano George Marshall, miembro del CFR, y agente secreto de los banqueros. Tampoco es casualidad que muchos de quienes estaban presentes en casa de Mario Lazo cuando Castro fue reclutado, tales como Willard Beulac y William Pawley, también aparecieran como por arte de magia en Bogotá cuando los disturbios. También estaba allí el misterioso personaje William Wieland (también conocido como Arturo Montenegro), quien junto con Roy Rubbotom (también en Bogotá) luego jugaran un papel importante en apuntalar a Castro en el poder después de 1959.
La participación real de Castro y la CIA en el Bogotazo tal vez sea uno de los secretos mejor guardados por los banqueros del CFR. Aunque casi todo el mundo ha oído mencionar la participación de la CIA en los derrocamientos de Arbenz en Guatemala y Mossadegh en Irán, dos operaciones iniciales de la CIA en beneficio de sus amos, muy pocos relacionan esta agencia de inteligencia con el Bogotazo.
El Bogotazo fue en realidad una operación de guerra psicológica perpetrada en contra del pueblo norteamericano y de los pueblos latinoamericanos. Al siguiente día de haber comenzado los disturbios, Marshall culpó a los comunistas por los sucesos, y los aterrados cancilleres, que antes habían vacilado y manifestado sus dudas, firmaron sin chistar una resolución condenando el comunismo y aceptaron la creación de la Organización de Estados Americanos — la tristemente célebre OEA.
En realidad no existe evidencia alguna de que los comunistas hayan planeado o participado en el incidente. La única evidencia que se alega son las pistas falsas que aportó el propio agente provocador, Fidel Castro, tales como lanzar volantes con literatura comunista, dejar libros marxistas en la habitación de su hotel, y hacer un llamado en una estación de radio en el que arengaba a las turbas y afirmaba que los disturbios eran el comienzo de una revolución comunista.
Este último detalle, aportado por William Pawley durante una testificación ante el Congreso de los E.U. probablemente sea falso. Me baso para hacer esta suposición en que Pawley, quien afirmó que oyó a Castro en la radio del automóvil en que viajaba, no sólo estaba presente en casa de Lazo durante el reclutamiento de Castro, sino que era amigo cercano de Allen Dulles y, como éste, agente secreto de los conspiradores del CFR. Por tanto, él era también parte de la operación secreta.
La operación Bogotazo fue un éxito total para los banqueros, pues marcó el comienzo de la Guerra Fría en el continente Americano. Demás está decir que la Guerra Fría fue altamente lucrativa para los banqueros, los magnates petroleros, y las corporaciones transnacionales – lo que después se ha dado en llamar el complejo militar-industrial norteamericano.
Años más tarde, los conspiradores del CFR confrontaron un grave problema: el Premier soviético Nikita Jrushchov había expuesto al mundo su política de la coexistencia pacífica, que implicaba la continuación de la lucha comunismo VS. capitalismo, pero sólo en el plano comercial y cultural, no en el militar. Esto amenazaba con terminar con la lucrativa Guerra Fría. Y de nuevo recurrieron los banqueros de Wall Street a su eficiente agente secreto Alex, quien tanto éxito había tenido durante el Bogotazo. Por eso le facilitaron, con la complicidad de su títere Batista, la toma del poder en Cuba, para que luego se les infiltrara a los soviéticos y los incitara a calentar la Guerra Fría.
Al principio Nikita tenía sus dudas sobre el “comunismo” de Fidel Castro. Según afirmó Serguei Jrushchov, hijo de Nikita, cuando Castro tomó el poder en Cuba en 1959, el líder soviético estaba convencido de que este trabajaba para la CIA (lo que me demostró que no había sido yo el primero en sospecharlo, sino que Jrushchov se me había adelantado por varios años). Pero los banqueros usaron a su CIA para brindarle a Castro en bandeja de plata la victoria de Bahía de Cochinos, y esto convenció a los líderes soviéticos de la bona fides de Castro — error que luego tendrían que lamentar.
Por otra parte, siempre he tenido la sospecha de que algunos líderes soviéticos miembros del politburó habían sido reclutados por los conspiradores del CFR, y estos a su vez fueron los que convencieron a Jrushchov de las buenas intenciones del “marxista” Fidel. Prueba de la influencia de los banqueros de Wall Street en el Kremlin es que, poco después de la crisis de los cohetes, en la que Jrushchov hizo cosas que no debía, David Rockefeller viajó a Moscú y se entrevistó con Jrushchov. Al parecer el líder soviético no aceptó la crítica constructiva de David y, menos de una semana después, fue depuesto.
Todos estos años el agente secreto Fidel “Alex” Castro ha estado trabajando eficientemente al servicio de sus amos. He llegado a la conclusión que la voladura del buque La Coubre y otros actos terroristas en Cuba, incluyendo la destrucción del avión de Cubana de Aviación en Barbados, así como las muertes de John F. Kennedy, Che Guevara, y Salvador Allende, por mencionar tan sólo unas cuantas, han sido operaciones conjuntas Castro-CIA siguiendo órdenes de los banqueros del CFR.
La destrucción económica y material de Cuba, así como la destrucción moral de su pueblo no son producto de errores, sino de un plan cuidadosamente planeado y ejecutado. Cuba es un exitoso experimento de implementación del Nuevo Orden Mundial — un sistema totalitario comuno-fascista en el que las masas serán reducidas a niveles de consumo pre-industriales. Esto explica la razón por la cual altos personeros del CFR se refieren a la Cuba de Castro como el modelo a imitar.
En estos momentos “Alex” juega un papel importante en una nueva operación de guerra psicológica que se está llevando a cabo contra los pueblos de América Latina.
Al igual que sucedió cuando el Bogotazo, las clases dominantes de América Latina temen la penetración de los monopolios norteamericanos amparados tras los acuerdos del NAFTA, CAFTA, y otros que tienen en cartera. Por eso, al igual que cuando el Bogotazo, los conspiradores han inventado un nuevo miedo, para que acepten estos acuerdos leoninos como un mal menor. A diferencia del Bogotazo, ahora el miedo no es el comunismo, sino el Castro-chavismo.
Pero el deterioro del estado de salud de su agente secreto tiene muy preocupados a los banqueros del CFR. Por eso trabajan incansablemente tras bastidores por mantener en Cuba una tiranía sostenible a la muerte de su agente secreto.
Como dijo Sherlock Holmes, “Si descartamos lo imposible, lo que quede, por improbable que parezca, necesariamente tiene que ser la verdad.”
Fuente: CubaLeaks
Sin embargo, los artículos contienen una serie de inexactitudes que es necesario señalar. Esto no implica una crítica al Sr. Rivero, que esencialmente apunta a la respuesta correcta, pues yo mismo, que por muchos años me consideré pionero en la formulación de esa teoría (Véase mi libro Historia herética de la revolución fidelista, publicado en 1986 y mi largo artículo “Fidel Castro Supermole”, publicado inicialmente en 1995), por mucho tiempo también cometí el error de pensar que Fidel Castro había sido reclutado por la CIA y había estado trabajando para esa agencia todos estos años — lo cual es verdad hasta cierto punto, pero, como explicaré a continuación, no toda la verdad.
La causa del error reside en que, para entender mejor la relación Castro-CIA hay que conocer mejor a esta última y, contrariamente a lo que piensa la mayoría de la gente, la CIA nunca ha sido una organización al servicio de los intereses del pueblo norteamericano, sino de los banqueros de Wall Street y los magnates petroleros que la crearon — todos ellos aglutinados en una organización llamada Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations, CFR). Esto explica el por qué los llamados “fracasos” de la CIA siempre han redundado en victorias para sus verdaderos amos.
Existe gran cantidad de evidencia circunstancial, y al menos un testigo presencial, que indica que los verdaderos amos de la CIA reclutaron a Fidel Castro a través de su recién creada agencia de inteligencia a comienzos del 1948 y lo enviaron a Bogotá, Colombia como agente provocador en una misión importante. Esta consistía en participar en el asesinato del líder populista Jorge Eliécer Gaitán y en los violentos disturbios luego conocidos como el Bogotazo que comenzaron el 9 de abril del mismo año y destruyeron gran parte de la ciudad.
No es por casualidad que los disturbios coincidieran con la celebración en Bogotá de la importante Novena Conferencia Panamericana a la que asistían cancilleres latinoamericanos. Presidía la Conferencia el secretario de estado norteamericano George Marshall, miembro del CFR, y agente secreto de los banqueros. Tampoco es casualidad que muchos de quienes estaban presentes en casa de Mario Lazo cuando Castro fue reclutado, tales como Willard Beulac y William Pawley, también aparecieran como por arte de magia en Bogotá cuando los disturbios. También estaba allí el misterioso personaje William Wieland (también conocido como Arturo Montenegro), quien junto con Roy Rubbotom (también en Bogotá) luego jugaran un papel importante en apuntalar a Castro en el poder después de 1959.
La participación real de Castro y la CIA en el Bogotazo tal vez sea uno de los secretos mejor guardados por los banqueros del CFR. Aunque casi todo el mundo ha oído mencionar la participación de la CIA en los derrocamientos de Arbenz en Guatemala y Mossadegh en Irán, dos operaciones iniciales de la CIA en beneficio de sus amos, muy pocos relacionan esta agencia de inteligencia con el Bogotazo.
El Bogotazo fue en realidad una operación de guerra psicológica perpetrada en contra del pueblo norteamericano y de los pueblos latinoamericanos. Al siguiente día de haber comenzado los disturbios, Marshall culpó a los comunistas por los sucesos, y los aterrados cancilleres, que antes habían vacilado y manifestado sus dudas, firmaron sin chistar una resolución condenando el comunismo y aceptaron la creación de la Organización de Estados Americanos — la tristemente célebre OEA.
En realidad no existe evidencia alguna de que los comunistas hayan planeado o participado en el incidente. La única evidencia que se alega son las pistas falsas que aportó el propio agente provocador, Fidel Castro, tales como lanzar volantes con literatura comunista, dejar libros marxistas en la habitación de su hotel, y hacer un llamado en una estación de radio en el que arengaba a las turbas y afirmaba que los disturbios eran el comienzo de una revolución comunista.
Este último detalle, aportado por William Pawley durante una testificación ante el Congreso de los E.U. probablemente sea falso. Me baso para hacer esta suposición en que Pawley, quien afirmó que oyó a Castro en la radio del automóvil en que viajaba, no sólo estaba presente en casa de Lazo durante el reclutamiento de Castro, sino que era amigo cercano de Allen Dulles y, como éste, agente secreto de los conspiradores del CFR. Por tanto, él era también parte de la operación secreta.
La operación Bogotazo fue un éxito total para los banqueros, pues marcó el comienzo de la Guerra Fría en el continente Americano. Demás está decir que la Guerra Fría fue altamente lucrativa para los banqueros, los magnates petroleros, y las corporaciones transnacionales – lo que después se ha dado en llamar el complejo militar-industrial norteamericano.
Años más tarde, los conspiradores del CFR confrontaron un grave problema: el Premier soviético Nikita Jrushchov había expuesto al mundo su política de la coexistencia pacífica, que implicaba la continuación de la lucha comunismo VS. capitalismo, pero sólo en el plano comercial y cultural, no en el militar. Esto amenazaba con terminar con la lucrativa Guerra Fría. Y de nuevo recurrieron los banqueros de Wall Street a su eficiente agente secreto Alex, quien tanto éxito había tenido durante el Bogotazo. Por eso le facilitaron, con la complicidad de su títere Batista, la toma del poder en Cuba, para que luego se les infiltrara a los soviéticos y los incitara a calentar la Guerra Fría.
Al principio Nikita tenía sus dudas sobre el “comunismo” de Fidel Castro. Según afirmó Serguei Jrushchov, hijo de Nikita, cuando Castro tomó el poder en Cuba en 1959, el líder soviético estaba convencido de que este trabajaba para la CIA (lo que me demostró que no había sido yo el primero en sospecharlo, sino que Jrushchov se me había adelantado por varios años). Pero los banqueros usaron a su CIA para brindarle a Castro en bandeja de plata la victoria de Bahía de Cochinos, y esto convenció a los líderes soviéticos de la bona fides de Castro — error que luego tendrían que lamentar.
Por otra parte, siempre he tenido la sospecha de que algunos líderes soviéticos miembros del politburó habían sido reclutados por los conspiradores del CFR, y estos a su vez fueron los que convencieron a Jrushchov de las buenas intenciones del “marxista” Fidel. Prueba de la influencia de los banqueros de Wall Street en el Kremlin es que, poco después de la crisis de los cohetes, en la que Jrushchov hizo cosas que no debía, David Rockefeller viajó a Moscú y se entrevistó con Jrushchov. Al parecer el líder soviético no aceptó la crítica constructiva de David y, menos de una semana después, fue depuesto.
Todos estos años el agente secreto Fidel “Alex” Castro ha estado trabajando eficientemente al servicio de sus amos. He llegado a la conclusión que la voladura del buque La Coubre y otros actos terroristas en Cuba, incluyendo la destrucción del avión de Cubana de Aviación en Barbados, así como las muertes de John F. Kennedy, Che Guevara, y Salvador Allende, por mencionar tan sólo unas cuantas, han sido operaciones conjuntas Castro-CIA siguiendo órdenes de los banqueros del CFR.
La destrucción económica y material de Cuba, así como la destrucción moral de su pueblo no son producto de errores, sino de un plan cuidadosamente planeado y ejecutado. Cuba es un exitoso experimento de implementación del Nuevo Orden Mundial — un sistema totalitario comuno-fascista en el que las masas serán reducidas a niveles de consumo pre-industriales. Esto explica la razón por la cual altos personeros del CFR se refieren a la Cuba de Castro como el modelo a imitar.
En estos momentos “Alex” juega un papel importante en una nueva operación de guerra psicológica que se está llevando a cabo contra los pueblos de América Latina.
Al igual que sucedió cuando el Bogotazo, las clases dominantes de América Latina temen la penetración de los monopolios norteamericanos amparados tras los acuerdos del NAFTA, CAFTA, y otros que tienen en cartera. Por eso, al igual que cuando el Bogotazo, los conspiradores han inventado un nuevo miedo, para que acepten estos acuerdos leoninos como un mal menor. A diferencia del Bogotazo, ahora el miedo no es el comunismo, sino el Castro-chavismo.
Pero el deterioro del estado de salud de su agente secreto tiene muy preocupados a los banqueros del CFR. Por eso trabajan incansablemente tras bastidores por mantener en Cuba una tiranía sostenible a la muerte de su agente secreto.
Como dijo Sherlock Holmes, “Si descartamos lo imposible, lo que quede, por improbable que parezca, necesariamente tiene que ser la verdad.”
Fuente: CubaLeaks
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Una pequeña critica a "Salò o le 120 giornate di Sodoma" de Pier Paolo Pasolini
La película de Pasolini, es una crítica furibunda al poder, en este caso al totalitarismo, es decir, a la dictadura, en ella se crítica la naturaleza y la esencia del poder como tal, a sus consecuencias, a la perversión y corrupción de la práctica del poder en toda su dimensión, al dominio y a la explotación que ejerce el hombre sobre el hombre, a la brutalidad con la que se pueden llevar a cabo estas humillaciones, ¿os suena la sentencia en la que se dice: "El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente"?.
El poder degrada el espíritu humano hasta su raíz, su destructividad es tal que la persona pierde la conciencia de su ser y el sentido de su existencia, se destruye tanto a si mismo como a los demás, sólo busca el placer inmediato como medio y fin único, y se sirve del prójimo para conseguirlo de diferentes formas.
En la película de Pasolini, la obtención del placer se consigue con la perversión y el sadismo en la práctica sexual, tortura y asesinato despiadado que les infringen los dominadores hacia sus dominantes, es una representación del uso del poder llevado en este caso al extremo, pero que refleja la situación actual en la que vivimos, una sociedad jerárquica, competitiva, del culto al dinero y la imagen (al super-Ego), en esencia destructiva, sin valores espirituales, fría y despiadada y sadomasoquista en potencia, diestra en el intercambio de humillaciones, en fin, una sociedad violenta abocada al fracaso permanente.